Hace tiempo me encontré con un hecho sorprendente y que se repite cada cierta frecuencia. Se estrenaba en España la comedia Adivina quién protagonizada por los cómicos norteamericano Bernie Mac (recientemente fallecido) y Ashton Kutcher. El día del estreno fui a ver la cartelera fui a ver el periódico y me di cuenta que la peliculita de marras estaba prácticamente en multitud de salas de la ciudad. Es más la película tenia un numero de copias en España absolutamente increíble (por su elevada cantidad). Es resumen, una película que no había destacado por tener unas grandes criticas en su país, con un humor muy localista (estadounidense), una estrella sólo conocida en el país norteamericano (Bernie Mac), otro conocido por ser el esposo de una estrella de capa caida como Demi Moore (Ashton Kutcher)...algo que no debería ser muy atrayente para el público europeo no sólo se estrenaba en España sino que arrasaba en número de copias. Incomprensible. Y en el otro extremo tenemos I’m not there (titulo cogido de una preciosa y desconocida canción de Bob Dylan). Este film “sólo” tiene nombres como Bob Dylan, Todd Haynes, Cate Blanchett o Heath Ledger. ¿Su estreno en España? Nunca ha sucedido.
Viendo I’m not there podemos ver las claves de porqué el film ha sufrido una vergonzosa incomprensión. Acercarse a la figura del elemento de cultura popular vivo más importante de una manera común y lineal parece harto complicado. Dylan es demasiado grande para hacerlo de esa manera. Martín Scorsese lo hizo a través de declaraciones e imágenes en su indispensable No direction home y, según dicen las buenas y malas lenguas, acabo hasta las narices del lenguaje cifrado y el hermetismo que ejerció Dylan en el documental. El universo dylaniano es tan inmenso que hacer una típica biopic podía ser un error inmenso.
Por suerte tras la cámara había un genio como Todd Haynes que ya había demostrado en la inmensa Velvet Goldmine que poco creadores saben acercarse al mundo de la música como él. I’m not there se acerca a Dylan sin hablar de Dylan. Nos acerca a Woody Guthrie, Arthur Rimbaud, a ese Jude Quinn que “traiciona” a su público para hacer crecer su música hasta limites insospechados cargando con un tremendo peso (la famosa “electrificación”) ... Dylan está ahí sin aparecer. Él no está allí pero sí su esencia. Con el poderío visual de Haynes estamos ante un poema repleto de metáforas de quién fue Dylan y, especialmente, que quiso decir con su música. Un hombre extraño que supo reinventarse y cambiar su carrera (cosa que pocos saben hacer) para adquirir nuevas formas de hacer magia. I’m not there habla de sus contradicciones, odios, raíces e ideas. Es Bob Dylan sin serlo. Sin estar allí, en la película, el alma de de Dylan está en cada fotograma. Por eso quizá no se haya estrenado. No es una película sobre un mito sino sobre su alma. Y eso es demasiado complicado de digerir para algunos.
PD. I’m not there tiene una de las mejores bandas sonoras (de varios autores, no de compositor al uso) que yo haya oído jamás. Las canciones de Dylan pasadas por el talento de Cat Power, Tom Verlaine, Sonic Youth ... Por eso motivo también os enlazo al programa que realizó Fernando Miró en QPH? sobre I’m not there, en particular, y Bob Dylan, en general. En este espacio se pueden escuchar algunas canciones de la banda sonora. Una gozada. Podéis escucharlo pinchando aquí
Viendo I’m not there podemos ver las claves de porqué el film ha sufrido una vergonzosa incomprensión. Acercarse a la figura del elemento de cultura popular vivo más importante de una manera común y lineal parece harto complicado. Dylan es demasiado grande para hacerlo de esa manera. Martín Scorsese lo hizo a través de declaraciones e imágenes en su indispensable No direction home y, según dicen las buenas y malas lenguas, acabo hasta las narices del lenguaje cifrado y el hermetismo que ejerció Dylan en el documental. El universo dylaniano es tan inmenso que hacer una típica biopic podía ser un error inmenso.
Por suerte tras la cámara había un genio como Todd Haynes que ya había demostrado en la inmensa Velvet Goldmine que poco creadores saben acercarse al mundo de la música como él. I’m not there se acerca a Dylan sin hablar de Dylan. Nos acerca a Woody Guthrie, Arthur Rimbaud, a ese Jude Quinn que “traiciona” a su público para hacer crecer su música hasta limites insospechados cargando con un tremendo peso (la famosa “electrificación”) ... Dylan está ahí sin aparecer. Él no está allí pero sí su esencia. Con el poderío visual de Haynes estamos ante un poema repleto de metáforas de quién fue Dylan y, especialmente, que quiso decir con su música. Un hombre extraño que supo reinventarse y cambiar su carrera (cosa que pocos saben hacer) para adquirir nuevas formas de hacer magia. I’m not there habla de sus contradicciones, odios, raíces e ideas. Es Bob Dylan sin serlo. Sin estar allí, en la película, el alma de de Dylan está en cada fotograma. Por eso quizá no se haya estrenado. No es una película sobre un mito sino sobre su alma. Y eso es demasiado complicado de digerir para algunos.
PD. I’m not there tiene una de las mejores bandas sonoras (de varios autores, no de compositor al uso) que yo haya oído jamás. Las canciones de Dylan pasadas por el talento de Cat Power, Tom Verlaine, Sonic Youth ... Por eso motivo también os enlazo al programa que realizó Fernando Miró en QPH? sobre I’m not there, en particular, y Bob Dylan, en general. En este espacio se pueden escuchar algunas canciones de la banda sonora. Una gozada. Podéis escucharlo pinchando aquí
5 comentarios:
Bernie Mac fallecido!??? vaya no lo sabía. Qué pena pues aunque su nombre no fuese conocido en todo el mundo, su rostro sí!, ha hecho incontables films. Qué pena, insisto.
I'm not there es un film que aquí en Argentina no se estrenó aun y eso que hicieron mucha publicidad de él cuando estaban a punto de estrenarla en Usa. Aun no la veo pero la tengo en casa!. XD
Bernie Mac ya murio hace meses, el año pasado.
Por aca en Latinoamerica tampoco se estreno I'm not there. Una pena. Pero realmente es una pelicula que no llega al publico tan facilmente, debe ser por ello que su estreno no fue muy comercial.
Saludos desde Peru.
Yo no he visto aún I'm not there... tengo el dvdrip desde hace un par de años pero aún no me he animado. Entre que no soy fan de Bob Dylan, el retraso de la cinta y que, aunque sea una propuesta distinta (además del factor Ledger, en uno de sus últimos papeles o ver a Cate Blanchett de esa guisa), he animado a verla.
Lo de la distribución es todo un tema (no hay más que ver lo que ha pasado con la de Yuma o en su día con Kill Bill, incluso), sí, pero si somos justos hay que reconocer que esta cinta de Haynes tampoco funciono especialmente bien en América.
Creo que I'm not there pierde un poco fuera de una sala de cine. Porque sólo como espectáculo visual mola mucho. Es verdad que si eres fan de Dylan mucho más.
Ya no me fijo en las películas comerciales que ocupan muchas salas. Hay películas supuestamente independientes o de otros países que no son USA que son una birria y llegan aquí. con pocas copias pero llegan. Fijate Frozen River. Que yo recuerde aquí no se ha estrenado. Y teniendo dos nominaciones a los Oscars. Es incomprensible que ni lleguen unas pocas copias en V.O.S.
Si. Hay que estar con ánimo especial para disfrutar la multiplicidad de detalles que regala el film. Y poder apreciarla en toda su riqueza.
Una banda sonora BUENISIMA. Difícil elegir una...Incluso me gustó escuchar luego de mucho tiempo One more cup of coffe...Pero,me quedo con Pressing on...cuando vi la pelicula,
me quede pegada a la canción... por dias...
Me hubiese encantado verla en el cine.
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