25 marzo 2013

/ VR55 / Roger Corman

En un momento del documental El mundo de Roger Corman el director Ron Howard comenta la siguiente frase que le dijo Roger Corman: “Haz una buena película para mí y no tendrás que hacer ninguna más”. La ingeniosa frase mostraba dos facetas de Corman. La primera la de productor rápido y eficaz donde la inmediatez del acabado de las películas y su bajo coste era primordial. Por ello el rodaje de algunas de sus películas se parecía a una batalla. El llamado cine de guerrilla. La segunda cuestión era su faceta de descubridor de nuevos talentos que una vez pasaban por el master Corman tenían brillantes carreras en Hollywood. Nombres como Francis Ford Coppola, Martín Scorsese, Jack Nicholson, Peter Bogdanovich o el propio Ron Howard pasaron por sus manos antes de ser artistas mundialmente famosos. Pero esas facetas sólo eran dos de un personaje tan poliédrico como Roger Corman. Su condición de cineasta social (The Intruder), su brillante paso por el mundo de Edgar Allan Poe de la mano de Vincent Price, su faceta de distribuidor de qualité de obras de Ingmar Bergman o Akira Kurosawa... todo ello han logrado hacer de Corman un personaje tan inabarcable como su filmografía. Y a su manera un personaje clave en la historia del cine. Por ello el programa 55 de Vivir Rodando está dedicado a la figura del director, productor y distribuidor Roger Corman. Con la ayuda del gran Pablo Vergel (@paolo2000) nos adentramos en el infinito mundo de un personaje que respira cine las veinticuatro horas del día.

Para escuchar o descargar el programa pincha en:

/ VR55 / Programa Vivir Rodando 25 Marzo 13 (Roger Corman)

15 marzo 2013

El bikini como arte



Spring Breakers
(Spring Breakers)

Una película de Harmony Korine | Estados Unidos | 92 minutos


El nihilismo tiene un inmenso poder de atracción. Obras de Larry Clark (Kids o Ken Park) o Bret Easton Ellis (Menos que cero) provoca en el espectador / lector una mezcla de sentimientos variados que pasan por la repulsa, la curiosidad, la envidia... Admirando todas estos trabajos (grande y reivindicable Ken Park) faltaba una obra capital que además de ser un culmen del nihilismo y encima poder disfrutarla como un placer culpable. Y en estas ha llegado Spring Breakers una película importante cuyo recorrido va mucho más allá de lo que parece. Una film importante y en realidad muy sencillo. La película de Harmony Korine junta un casting irrepetible con dos chicas Disney (Vanessa Hudgens, Selena Gomez), la mujer del director (Rachel Korine) y una belleza “peligrosa” (Ashley Benson) para embutirlas en unos coloristas bikinis durante prácticamente todo el metraje. Spring Breakers además tiene una linea argumenta mínima como es la obsesión de estas chicas por irse de vacaciones de primavera y una vez alli su paso por el lado oscuro al conocer a un criminal (sensacional James Franco). Con estos elementos ya tenemos lo que se puede contar de la película. Ahora falta vivir Sping Breakers como la experiencia que es.

Harmony Korine utiliza el mundo que había reflejado en Kids (guionista), Gummo o Trash Humpers y convierte la fealdad en belleza haciendo de Spring Breakers un furioso espectáculo donde el sonido, la música, los cuerpos... elaboran un potente y furioso lenguaje cinematográfico. Los personajes (apenas) razonan ya que la “ideología” de la película no se encuentra en su lenguaje verbal ni en sus acciones sino en el aspecto visual del film. En esta ocasión el nihilismo es elevado a la categoría de arte moderno donde la música, los bikinis, las armas o las luces de neón sirven a Korine para elaborar un moderno fresco donde muchas de sus secuencias podrían ser casi cuadros. Nunca el chonismo estuvo tan cerca de ser elevado a los altares. Para muestra la ya (mítica) escena de James Franco y las spring breakers interpretando al piano Everytime de Britney Spears (la gran filósofa de nuestro tiempo según Korine) seguramente un momento épico no sólo en la película sino en la cultura reciente. Sólo hay un pequeño pero en una película casi perfecta en lo suyo. En una película de impulsos hay un único personaje que razona y duda (además de creencias católicas) es el de Selena Gómez. Quizá hubiera sido redondo liberar a la película de este leve Pepito Grillo transformando al personaje de Gómez en una spring breaker total como el personaje como Ashley Benson o Vanessa Hudgens.

Harmony Korine crea una nihilista y fascinante catedral del chonismo a través de elementos como las luces de neón, la música, las armas o los bikinis

La experiencia de Spring Breakers es frenética ya que uno acaba casi sudando y con una sonrisa tonta en su cara. En su cabeza tiene una sucesión de imágenes de (supuestas) fiestas interminables, violencia, sexo...que conforman un collage que uno no sabe muy bien cómo ordenar. La violencia física no es tan extrema ya que lo que hay es una exposición casi fetichista de las armas. Hay sexo en cuanto desnudos pero sólo una spring breaker (curiosamente Rachel Korine la mujer del director) enseña brevemente los pechos. Lo que quiere decir que Harmony Korine ha creado un espectáculo estético tan arrebatador que cada espectador puede haber visto una película diferente. Eso si con una estética creada bajo unos cimientos tan fuertes que harán que esta Spring Breakers puede ser vista años después y crear la misma fascinación que ahora. 

OPINIONES


• La versión ‘teen’ del sueño americano según Harmony Korine (Nando Salvá | Cinemanía)

Korine critica y a la vez redime no sólo la tradicional fiesta juvenil que da título al filme –retratándola no tanto como unas vacaciones sino más bien como un febril estado mental–, sino sobre todo a sus protagonistas, superheroínas bendecidas con el don de la fuerza de convicción y la inquebrantable voluntad


Sublime pop-noir  (Mario Santiago | Sensacine)

'Spring Breakers' puede entenderse como un balsámico ritual fílmico guiado por ese mantra que se repite una y otra vez en la banda de sonido: "Spring Break forever". Un ritual invocado desde el corazón de la cultura pop engendrada por el cambio de siglo


• Diosas de la primavera (Almudena Muñoz | La Butaca)

“Spring breakers” consigue un zumo chillón del nuevo Oeste norteamericano más radical e hilarante que el de “Drive” Nicolas Winding Refn, 2011), también con sus neones y Cliff Martinez, aunque corra el riesgo, al igual que aquélla, de adquirir un rango de culto que sobredimensione sus propios logros, descontextualizándolos

10 marzo 2013

Las vacaciones de Almodóvar


Los amantes pasajeros

Una película de Pedro Almodóvar | España | 90 minutos


Amantespasajeros.com
La experiencia de un estreno de Pedro Almodóvar va más allá de la existencia de una películas. La densidad y fascinación de las últimas películas del director manchego (La piel que habito, Los abrazos rotos...), críticas, polémicas, premios... hacen que la llegada de cada película almodovariana acabe siendo un viaje exhausto. Dado el reto que estaban suponiendo sus ultimas películas es obvio que Pedro Almodóvar necesitaba una vacaciones donde pudiera despejar la mente y alejarla de los laberintos en los que se había involucrado últimamente. Y en esto llega Los amantes pasajeros que precisamente narra el viaje en un avión de diversos personajes puede servir como acertada metáfora de la escapatoria que pretende Almodóvar con esta película. Aquí uno no va a encontrar los vericuetos y escondites que plagaban grandes películas como La piel que habito, Los abrazos rotos o La mala educación ya que es una obra absolutamente transparente en sus intenciones.

Los amantes pasajeros es una tontería. Pero este calificativo no es ni mucho menos peyorativo. Pedro Almodóvar ha hecho una película libre y desinhibida donde ha hecho absolutamente lo que le ha dado la gana intentando dejarse las piruetas mortales en su oficina de El Deseo. Por eso es una tontería en el sentido de que es un disparate que seguramente no busque ni pretenda la perdurabilidad en la memoria. Para ello Almodóvar cuenta con un particular dream team actoral con el pasado (Cecilia Roth, Antonio Banderas...), presente (Javier Cámara, Lola Dueñas...) y futuro (Carlos Areces...) de lo almodovariano en el cual pueda sentirse cómodo como la película exige. Y esa comodidad se nota en Los amantes pasajeros que transcurre de forma ligera durante su ajustado (otro acierto más) metraje (apenas hora y media). Y por la películas vemos chistes de homosexualidad, bisexualidad, pollas, sadomasoquismo, videncia, amores rotos, otros encontrados...convirtiendo el avión en un teatro donde parece que un puñado de (estupendos) actores improvisen una obra. Eso si donde Almodóvar gana en libertad y desinhibición lo pierde en brillantez. Hay pocos momentos geniales en Los amantes pasajeros que logra sobrevivir por la autoconsciente frivolidad con que el film se sostiene. Para el debe de Los amantes pasajeros queda esa creación magistral que son los tres azafatos que bordan Javier Cámara, Raúl Arévalo y un Carlos Areces que suple su (todavía) inexperiencia actoral (por lo menos en cine) con un brutal olfato para robar escenas al mejor de los actores. Ellos tres conforman ya un icono en la filmografia almodovariana y levantan la película cuando parece que puede entrar un algún punto comatoso.

Pedro Almodóvar rueda una película tontorrona, libre y ligera seguramente para tomarse unas merecidas vacaciones de los  fascinantes laberintos de sus últimas películas

Amantespasajeros.com
Mejor dentro del avión. Es una pena que Almodóvar no haya querido centrar exclusivamente Los amantes pasajeros dentro del avión ya que cuando sale de él la película pierde su aspecto lúdico. Primero con un soso inicio donde se desaprovechan los potentes cameos de Antonio Banderas y Penélope Cruz y luego con la aburrida historia triangular entre Guillermo Toledo, Blanca Suárez y Paz Vega salvada por la aparición de la gran Carmen Machi. Una vez en el aire Los amantes pasajeros ya se muestra más ligera y tontorrona alternando aciertos y errores eso si con un agradecido sentido del ritmo. Los que pedían a Pedro Almodóvar que hiciera una comedia porque no conectaban con sus últimas películas ya la tienen. También tiene el propio Almodóvar una película intrascendente que le permita coger un respiro para afrontar mayores proyectos. El resultado final es ligero, irregular y funcional (en el sentido de que sirve para lo que sirve). Intentar pensar que se puede recuperar el impacto de la genial Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón es imposible ya que cada película tiene su momento. Y hoy a marzo de 2013 esta desinhibida Los amantes pasajeros ha salvado los muebles.

OPINIONES


• El feliz viaje de Pedro Almodóvar a sus orígenes (Desirée de Fez | Playground Magazine)

Aun en una versión algo artificial, “Los Amantes Pasajeros” tiene la esencia del Almodóvar más atrevido, el que más me gusta, el que se mueve con garbo entre lo obsceno y lo divino


Contra la supervivencia de una especia (una comedia)   (Jordi Costa | Diario Kafka)

Los amantes pasajeros tiene algo que la emparenta con Las joyas de la Castafiore, el inmortal álbum de Hergé, Pero... ¿Quién mató a Harry? (1955) de Alfred Hitchcock o Hatari (1962) de Howard Hawks: un trabajo que se traviste de obra menor para acabar desvelando cosas más importantes de lo que parece a primera vista


• El marinero que perdió la gracia del mar (Oti Rodríguez Marchante | Hoy Cinema)

El trío presuntamente encargado del detonante de la risa es el de los azafatos emplumados, que interpretan Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo, pero, a mi juicio, no rebasan ni de modo textual ni gestual el nivel del "chiste de locazas", y el esfuerzo del director por aparentar provocación y humor corrosivo apenas si llega a lo chabacano y desfasado

01 marzo 2013

Amor, libertad y género



El callejón
Una película de Antonio Trashorras | España | 76 minutos


Después de dos años de su paso por el festival de Sitges llega El callejón el debut del crítico Antonio Trashorras (Fotogramas). Siempre es interesante ver el primer trabajo detrás de la cámara de alguien que se ha dedicado (y se dedica) a opinar sobre películas de otros. A veces uno puede tener miedo que el director vaya con el freno de mano echado a sabiendas que ese primer trabajo va  a ser juzgado con más severidad que otros debuts. En ese aspecto El callejón ya ha ganado la partida. Se nota que Antonio Trashorras ha hecho la película que le ha dado la gana un film libre, desvergonzado y una clara demostración de amor (sin condiciones) de amor por el género (terror, horror, fantástico...).

Trashorras anda listo y reduce los elementos de la película al mínimo. Un lugar esencial donde sucede la acción como es la lavandería y el callejón (más un par de lugares secundarios), un mínimo reparto y una trama aparentemente sencilla. Una joven se encierra en una lavandería para huir de un asesino que le acosa es el argumento con el que cualquiera podría esperar el típico thriller de premisa prometedora (la acción desarrollado en un solo espacio) y decepcionante desarrollo. Pero esta no es la película sin complejos que ha preparado Antonio Trashorras. Bajo una estética entre pop (ese inicio) y Argento (aparte de muchísimos más referentes) El callejón se va transformando en no sólo una obra de género sino en algo más importante. Una película de amor por el genero. El film se torna en una locura / pastiche colorista y divertida con vampiros, gore, giros imposibles, erotismo, viajes al pasado...vamos todo lo que el cliente quiera se encuentra en El callejón. Y en menos de hora y cuarto de duración. Además tiene el acierto de convertir a un referente para los jóvenes (la atractiva Ana de Armas) en una scream queen patria.  Toda esta libertad provoca una reacción que puede ser positiva o negativa al espectador. La negativa es que El callejón no es una obra redonda por lo cual muchos pueden sentirse decepcionados con el resultado final. Lo positivo es que a Antonio Trashorras no le importa que la película sea redonda. El amor suele ser desmedido e irracional como lo es este El callejón que mientras se ve se disfruta siempre con un placer complice con lo que estas viendo. Seguramente sin esa complicidad o ese amor (irracional) por el género uno se puede salir a los cinco minutos de El callejón para no volver nunca. Es un riesgo que Trashorras corre para hacer una película donde haya lo que le ha dado la gana. Para sentir envidia.

OPINIONES


•Mi perversa lavandería (Noel Ceballos | El emperador de los helados)

El callejón es lo más extraño de ver estos días: una película de terror que estimula nuestros sentidos y nuestras neuronas, que logra entusiasmar de verdad con cada giro de cámara enloquecido, con cada pantalla partida, en cada cita a los maestros (de Argento a Rollin, pasando por Jess Franco) y con cada decisión estética, tomada siempre desde la complicidad con un espectador que ya habrá caído presa de esta perversión pop desde sus sorprendentes títulos de crédito

Una coreografía sádica  (Jordi Costa| El País)

Trashorras parte, pues, de una situación sintética, pero las variaciones que se aplican sobre ella se encuentran lejos de lo obvio. La película juega imaginativamente con la pantalla partida y culmina en puro arrebato fantástico

• Orgía de serie B (Beatriz Martínez | Sensacine)

'El callejón' es una "rara avis" en el cine español, una película totalmente autoconsciente que presume de su condición de subproducto sin ningún sonrojo, enorgulleciéndose de su naturaleza de serie B, no escondiéndola, sino sacándole el mayor partido posible y consiguiendo dignificar esa categoría gracias tanto al ingenio con el que está hecha, como también a su humildad a la hora de ofrecer un espectáculo de raíces tan pura