30 mayo 2015

"Me gusta el cine que palpita gracias a la tensión de una pregunta" (Sergi Pérez, director de El camino más largo para volver casa)


©NiuD'Indi
Un hombre destrozado, por un problema que no conocemos, debe salir de su casa para salvar la vida de su perro. Cuando quiera regresar al hogar se encontrará que es una tarea más complicada de la que cree. La primera película película de Sergi Pérez, y nuevo proyecto del colectivo Niu d'Indi, no está hecha para ser una experiencia fácil, pero sí para que salgamos con un mejor conocimiento del ser humano que cuando empezamos a verla. El camino más largo para volver a casa (El camí més llarg per tornar a casa) es una película asfixiante y enigmática donde el director lanza varias preguntas a un espectador que debe estar preparado para acompañar al protagonista (un excelente Borja Espinosa) por un viaje para encontrarse a si mismo. Y aunque Sergi Pérez no quiere darle respuectas fáciles al espectador sí que lo hizo en Vivir Rodando donde habla sobre este particular mundo que ha creado en El camino más largo para volver a casa.

Esta es una película con un permanente halo de misterio, con más preguntas que respuestas. ¿Era tu intención desde el principio ser exigente con el espectador? ¿Qué tuviera un papel activo viendo la película?

Sí, es el cine que me gusta, el que palpita gracias a la tensión que provoca una pregunta. Esa tensión dramática era la que intentamos favorecer. Buscar un mundo, un universo que se creara a partir de incógnitas. A veces defines mejor una personalidad por las cosas que no dice.

Borja Espinosa, además de ser el protagonistas absoluto de la película, hace un gran trabajo. No es fácil puesto qué tiene un personaje casi antipático. ¿Cómo fue tu trabajo con él? ¿Cómo afrontó su primer papel protagonista?

No, no fue nada fácil, los dos entramos en un lado muy oscuro del que nos costó salir una vez acabada la película. Él es un gran actor que utiliza métodos muy emocionales, nada racionales, tiene que entender el protagonista para que haya verdad en la interpretación, y eso es lo que hicimos, debatir mucho sobre Joel y sobre sus acciones, e intentar justificarlas y entenderlas.

Las acciones del protagonista pueden ser muy humanas,  y tengo la esperanza que la gente pueda llagar a emocionarse con eso, aunque sea difícil

Elvis, el perro, parece que es el único punto de contacto que le queda al personaje protagonista (Joel) con la realidad. ¿Querías que tuviera esa función? ¿Qué importancia le diste a ese personaje (el perro) en la escritura del guión?

Es lo más importante, junto con las llaves, es la metáfora de él. Son los dos abandonados y despojados de la historia. El peso del perro moribundo, sus gritos, su dependencia, su inocencia reflejaban todo lo que Joel tiene y nadie es capaz de ver.

La ciudad (el exterior) es un elemento hostil para el protagonista pero tú no la muestras como un lugar oscuro y hostil sino todo lo contrario. ¿Es algo buscado para remarcar la soledad del protagonista?

Buscaba realidad al inicio de la película, por eso la ciudad sale de forma casi costumbrista, nada épica o sórdida… sólo al final, con la secuencia del bosque, las puesta en escena se vuelve más manierista y deliberadamente oscura.

¿Cómo esperas que el público pueda recibir una película pequeña y tensa, pero al final gratificante, como El camino más largo para volver a casa?

¡Bien! No hay actitud provocadora en ella, aunque provoque ciertos sentimientos contrapuestos… la hicimos desde la honestidad y la verdad, el lado oscuro de Joel es algo que creo todos podemos llegar a entender y hasta experimentar. Creo firmemente que las acciones de Joel pueden ser muy humanas,  y tengo la esperanza que la gente pueda llagar a emocionarse con eso, aunque sea difícil.

La película ha sido posible gracias a una plataforma de crowdfunding (Verkami).  ¿Crees que son una buena ventana para que este tipo de cine (más pequeño y exigente) pueda existir?

Sí, por supuesto, el problema tal vez es la cantidad de dinero que recaudas, en nuestro caso no fue suficiente para poder pagar todo lo que se debía pagar (hablo de equipo humano), perdiendo tal vez las ganas de repetir una experiencia así. Es complicado, por un parte te ayuda muchísimo a levantar el proyecto pero por otro la industria merma. No sé. Creo que al final es mejor ser activo y hacer las cosas para después poder, desde dentro, cambiarlas. Esta es nuestra carta de presentación y ha sido posible gracias al crowdfunding. Como siempre en la vida no todo es blanco o negro.

El camino más largo para volver a casa (El camí més llarg per tornar a casa) se puede ver en las siguientes ciudades y cines:

Barcelona (Zumzeig / Boliche) | Girona (Cinemes Truffaut) | Madrid (Cines Renoir Princesa) | Málaga (Cines Albéniz) | Sevilla (Cines Avenida) | Sevilla (Cines Albatros Babel) | Valladolid (Cines Broadway) 

19 mayo 2015

Negociador:
Gente es gente

Si Negociador se hubiera estrenado hace unos años habríamos tenido una de estas polémicas tan absurdas que a este país le gustan tanto. El director hubiera sido portada en unos medios como “amigo de los terroristas” y en otros como un “mal vasco que vive en Madrid”. Sin olvidar esos editoriales coléricos que llegarían a la conclusión que Negociador tiene tan baja calidad cinematográfica como moral. Aunque, como todos sabemos, ninguno de los que hubiera redactado esos textos habría visto la película. Pero que Negociador nos haya llegado de forma tan plácida sólo puede ser una buena noticia, ya que demuestra que este país está en otra fase de su historia reciente respecto a la violencia. Pero, por otra parte, su estreno relajado y discreto ha hecho que una película tan sencilla en su forma como compleja en su fondo haya pasado sin provocar todo el ruido que merecería. Porque Negociador, de Borja Cobeaga, es una de esas películas que cuenta muchas cosas, muy bien y en muy poco tiempo.

• Ramón Barea: Un hombre bueno y humano. La película se basa (muy) libremente en las conversaciones que el político Jesús Eguiguren mantuvó con la banda terrorista ETA en el año 2005. Hay que subrayar el muy. A Cobeaga no le importa recrear un contexto histórico, lo que le importa es la situación. Décadas de dolor, violencia, miedo y espanto intentado ser solucionadas entre las habitaciones de un pequeño hotel francés. Y todo ello comandado por un ser bueno, desastrado y (terriblemente) humano como es el personaje que borda Ramón Barea. Y esa es otra cuestión, ya ha merecido la pena la existencia de Negociador por ver una película cuyo protagonista absoluto es Barea. Una gozada.

• Hablar es difícil. Lo fácil es ejercer violencia. Y ya estamos entre esas cuatro paredes donde Negociador pretende hablar de lo inmenso desde lo minúsculo. Y ahí llega el veradero conflicto: la absurda batalla del lenguaje. Dialogo contra negociación, pueblo vasco contra Euskal Herria... al final la lucha es puramente semántica, una palabra colocada en una frase puede significar una victoria. Aunque en ese caso la victoria es simplemente evitar que el diálogo no llegue a su fin. Y todo aderezado con un mediador que no sabe castellano y una traductora (gran Melina Matthews) preocupada por su conflicto personal y laboral. La violencia solucionada entre cafés y repostería. El absurdo humano a través del (no) entendimiento.

La película de Borja Cobeaga es un ejemplo sobre cómo contar lo más grave y extraordinario de la forma más sutil y delicada

 • “La gente es gente”. En el diálogo que establecieron, el periodista Luis R. Aizpeolea y Borja Cobeaga, en El País el primero avisaba: “Y sospecho que a él (Rubalcaba) no le va a gustar la película. Bueno, a él y a la derecha, porque van a decir que humaniza a alguien como Josu Urrutikoetxea (Josu Ternera)”. Y Cobeaga respondía: “Es difícil humanizarlo, bueno en realidad es que la gente es gente”. Negociador no busca hacer simpáticos a los terroristas. Sencillamente porque no lo son. Pero, como todos, son humanos. “La gente es gente”. Jokin (como siempre fenomenal Josean Bengoetxea) y Manu Aranguren (Ramón Barea) hacen sus rutinas, intentan arrimar el asco a su sardina en la negociación, se muestran confundidos en el proceso y, al final, sólo desean acabar de una vez. Cobeaga no los equipara pero si los muestra como los que son: dos personal buscando un final, que será incierto y poco satisfactorio, en un triste hotel lejos del hogar.

 • Sutilidad y melancolía. Que nadie se lleve a engaño, Negociador es una comedia. Pero, muchas veces,  la comedia suele encontrarse más cómoda en la  melancolía que el propio género dramática. Hay permanentemente en Negociador un clima de tristeza, soledad y fracaso que acompaña a estos personajes que han tenido que llevar a sus espaldas toda una vida acompañada por la violencia. Heridas que no se ven de forma explícita sino que el espectador puede encontrar en las miradas y gestos. Todo esto es gracias al trabajo en la dirección y escritura de Borja Cobeaga y a como, un reparto en estado de gracia, ha sabido interpretar lo que se debía hacer. Por ello sólo un rostro como el de Ramón Barea podía ser el protagonista de Negociador.

• Contar mucho en muy poco tiempo. Negociador sólo dura 80 minutos. Aun asi, la película habla sobre amistades rotas, conflictos laborales, política, terrorismo, política, dinero, España, perdón, Euskadi... Todo gracias a lo que podríamos llamar un cierto ‘toque Cobeaga’ (y que me perdone Lubitsch) al componer, en la escritura y la dirección, escenas sutiles y tranquilas sin subrayados innecesarios. Para muestra la escena donde Nagore Aranburu le pone la corbata a Ramón Barea. Años de dolor resumidos en un simple gesto.

Borja Cobeaga está disfrutando del tsumani que vino (8 apellidos vascos) y vendrá (9 apellidos vascos). Y, en las entrevistas, seguirán preguntándole sobre  si vio venir el fenómeno o si va a cobrar en porcentaje de taquilla en la segunda parte. Pero, que no pase desapercibido, que en medio del huracán ‘apellidesco’,  Borja Cobeaga ha dejado una pequeña película que sobrevivirá a cualquier fenómeno. Negociador esa maravillosa comedia melancólica que se permitía acabar con un pequeño halo de esperanza en el género humano. Y, encima, suena Triángulo de Amor Bizarro.