31 diciembre 2009

Lo mejor de 2009 (IV): Las mejores películas de 2009







1. LA CLASE (Laurent Cantet)
2.DÉJAME ENTRAR (Tomas Alfredson)
3. EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON (David Fincher)
4. DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS (Spike Jonze)
5. ENEMIGOS PÚBLICOS (Michael Mann)

A principios de este año que se va se estrenaba la ganadora de la Palma de Oro de Cannes, La clase (absurda traducción de Entre les murs). A primera vista una muestra más de cine social de Laurent Cantet. Pero si rascamos nos encontramos ante una de las películas más complejas de la última década. Tratar un tema delicado y complejo como la educación sin ningún viso de demagogia barata. Simplemente haciendo algo tan fácil como meter una cámara hasta la cocina de lo que es una clase en un instituto de verdad. Ni un dialogo de más. Ni un giro de guión absurdo. Cantet hace algo tan difícil como es crear una obra maestra simplemente haciéndolo de la manera más fácil posible.

A pesar de ser una película de terror (¿o no? ¿o es un drama social? ¿o una película romántica?) Déjame entrar es la película que más simpatías ha despertado entre todo el público este 2009. Por la sencilla razón de sorprender al personal cuando parece que ya nadie lo puede hacer en una pantalla de cine. Porque Déjame entrar sólo se puede ver en pantalla grande, para poder admirar cada belleza helada que tiene cualquier fotograma de la película. Y porque cualquier escena entre los jovenes Lina Leandersson y Kare Hedebrant merece más la pena que muchos films que se estrenan en España.

El curioso caso de Benjamin Button, Donde viven los monstruos y Enemigos públicos son tres casos similares. Directores (David Fincher, Spike Jonze y Michael Mann) por los que merece la pena pagar para ir al cine simplemente porque sabes que vas a ver algo especial. En estos tres casos vemos a tres grandes genios que superan retos complejos (especialmente en el caso de Mann) volando por encima de sus películas. Cada fotograma de El curioso caso de Benjamín Button, Donde viven los monstruos y Enemigos públicos (vaya final en esta última) son de tan belleza que te hace reconciliarte con el mundo hayas tenido los problemas que hayas tenido ese día.

2009 ha sido un buen año de cine. Muchas buenas historias que podían haber estado en este top five como Celda 211, Malditos bastardos, Los mundos de Coraline, Un cuento de navidad, El desafío (Frost contra Nixon), Pagafantas, El luchador, Up, El imaginario del doctor Parnassus, Los abrazos rotos, Star Trek, El secreto de sus ojos... Y en otro grupo los films que me he dejado en el tintero (por mil razones aunque la principal sería la falta de tiempo) por ver y que gente con buen gusto me aseguran que han sido de lo mejor del año. Películas como Gran Torino, Revolutionary Road, Still Walking, Vals con Bashir, The reader, La duda, (500) dias juntos, Distrito 9, The Damned United, Los límites del control (en estos dos últimos casos culpa de su lamentable distribución), Tres días con la familia, Avatar...

Lo mejor de todo esto es que las listas son algo muy personal y donde uno descubre una obra maestra otro ve una basura. Lo deseable es que no pare el cine y que cada uno decida que es lo mejor o peor del año. Y si miramos al futuro en 2010 descubrimos Alicia en el país de las maravillas (Tim Burton), Un prophète (Jacques Audiard), The lovely bones (Peter Jackson), Shutter Island (Martin Scorsese), La cinta blanca (Michael Haneke), Invictus (Clint Eastwood)... Aunque cambiemos de año esto no para. Feliz 2010.

27 diciembre 2009

Lo mejor de 2009 (III): Interpretaciones de cine en 2009

INTERPRETACIONES MASCULINAS DEL 2009







1. Frank Langella (El desafío. Frost contra Nixon)

2. Christoph Waltz (Malditos bastardos)

3. Pablo Rago (El secreto de sus ojos)

4. Sam Riley (Control)

5. Mathieu Amalric (Un cuento de navidad)

También fueron grandes interpretaciones: Michael Sheen (El desafío. Frost contra Nixon), Gorka Otxoa (Pagafantas), Sam Rockwell (Moon), Luis Tosar, Alberto Ammann (Celda 211), Mickey Rourke (El luchador), Johnny Depp (Enemigos públicos), Ricardo Darín, Guillermo Francella (El secreto de sus ojos), José Luis Gómez (Los abrazos rotos), Max Records (Donde viven los monstruos), Kare Hedebrant (Déjame entrar), François Bégaudeau (La clase), Sean Penn, James Franco (Mi nombre es Harvey Milk)

INTERPRETACIONES FEMENINAS DEL 2009







1. Charlotte Gainsbourg (Anticristo)

2. Lina Leandersson (Déjame entrar)

3. Mélanie Laurent (Malditos bastardos)

4. Rachel Evan Wood (Si la cosa funciona)

5. Marisa Tomei (El luchador)

También fueron grandes interpretaciones: Cate Blanchett y Tilda Swinton (El curioso caso de Benjamin Button), Soledad Villamil (El secreto de sus ojos), Sabrina Garciarena (Pagafantas), Cristina Alcázar (Al final del camino)

24 diciembre 2009

Lo mejor de 2009 (II): 2009, momentos de cine para el recuerdo



 
. Mélanie Laurent vistiéndose para la venganza al son de David Bowie en la divertida y cinéfila, Malditos bastardos

. Charlotte Gainsbourg, todo dolor y locura en Anticristo

. Michael Mann dando un lección de dirección y volando por encima del guión, de la historia y los personajes de Enemigos Públicos

. Pagafantas, humor (español) sin complejos. Ochenta minutos divertidos y directos al grano de la comedia

. Star Trek o como J.J. Abrams sabe crear un espectáculo divertido y trepidante sin tomar al espectador como idiota

. Resurrecciones en pantalla grande: Sam Riley toma el cuerpo y el alma del lider de Joy Division, Ian Curtis en Control

. Las múltiples caras de Heath Ledger con la forma de Johnny Depp, Colin Farrell y Jude Law en El imaginario del doctor Parnassus

. Sam Raimi vuelve al terror más puro con Arrástrame al infierno. No es Posesión infernal pero mola

. El amor otoñal de Tilda Swinton y Brad Pitt en El curioso caso de Benjamin Button

. Penélope Cruz rompiendo doblemente (en carne y hueso y en pantalla de cine) con José Luis Gómez en Los abrazos rotos

. Evan Rachel Wood y Patricia Clarkson en Si la cosa funciona.El cine de Woody Allen es de las mujeres

. La clase o saber hablar de un problema social de forma clara, brillante y sin demagogias

. Marisa Tomei en El luchador desplegando más belleza, inteligencia y erotismo que cualquier veinteañera estrella norteamericana

. Duelos que saltan chispas, Alberto Ammann contra Luis Tosar en Celda 211 y Sam Rockwell contra Sam Rockwell en Moon

. La intensidad que tiene cada fotograma de la ¿familiar? Un cuento de navidad

. El tono oscuro de Los mundos de Coraline y el fantástico repertorio de interpretaciones de El secreto de sus ojos (Ricardo Darín, Soledad Villamil, Pablo Rago, Guillermo Francella...)

. El rostro de Max Records en Donde viven los monstruos. Perfecto acompañamiento a las poderosas y emocionantes imágenes de Spike Jonze

. Toda la helada belleza que contiene esa maravillosa sopresa llamada Déjame entrar

. Música y cine, imposible vivir sin ellos. Una muestra la han dado Clint Mansell (Moon) Alexandre Desplat (El curioso caso de Benjamin Button), Michael Giacchino (Star Trek / Up), Bruno Coulais (Los mundos de Coraline), Karen O y Carter Burwell (Donde viven los monstruos), Elliot Goldenthal (Enemigos públicos)...

17 diciembre 2009

Lo mejor de 2009 (I): El público dicta sentencia

Sobre artes como la literatura, el cómic o el teatro siempre ha pesado la losa de ser expresiones algo elitistas. Todo lo contrario le sucede al cine que es quizá el arte más popular que existe. Por eso, Vivir Rodando se exigió este año preguntarle a sus oyentes / simpatizantes que era lo mejor que habían visto este año. Con las interesantes y exquisitas aportaciones de los amigos hemos podido realizar un crisol ecléctico y genial de lo que ha sido este año 2009. Listas que van desde personas que han marcado un film a entusiastas que han señalado diecisiete (Roberto, ese gran cinéfilo) . Todas y cada uno han demostrado, es un lujo conocer a gente con tan buen gusto. Para ellos esto es lo mejor de 2009.

En un primer grupo se han destacado tres maravillosas y emocionantes películas. El curioso caso de Benjamin Button, Déjame entrar, El secreto de sus ojos y Los mundos de Coraline. Fincher tras realizar su obra maestra Zodiac (¿la mejor película de la década?) realiza un largo cuento sobre la muerte, la vejez y el tiempo que no ha dejado indiferente a los oyentes. Poco que decir sobre Déjame entrar. Una de las películas más hermosas (gélida belleza) de los últimos años. Pocas veces un éxito boca-oreja fue tan merecido. Y si hablamos de popularidad tenemos que referirnos a El secreto de sus ojos. La típica película tan bien realizada, con tan buena mezcla de géneros y buenas interpretaciones (de Ricardo Darín a Pablo Rago pasando por Soledad Villamil) que es imposible que deje indiferente a alguien. Películas con emociones humanas que también transmiten personajes que no son humanos como en la oscura y brillante, Los mundos de Coraline.

En el segundo grupo los oyentes sitúan una interpretación escalofriante de Kate Winslet con The Reader, la cruda realidad de la educación con La clase, la solidez de una buena historia carcelaria con Celda 211, los sueños y decepciones del matrimonio Winslet-DiCaprio con Revolutionary Road y lo que no puede faltar en toda lista de lo mejor del año, un Pixar con Up.

Y un poco más lejos se sitúa un tercer grupo de películas más amplio y heterogéneo aunque con amplias dosis de calidad. Aquí se sitúan, Still Walking, La duda, Malditos bastardos, El desafío. Frost contra Nixon, Anticristo, El vuelo del globo rojo, Un cuento de navidad, Los abrazos rotos, Enemigos públicos, Arrástrame al infierno, Slumdog millonaire, Gran Torino, El imaginario del doctor Parnassus, Resacón en Las Vegas, Ponyo en el acantilado, City of Ember y Los sustitutos.

Y por último lo más importante de todo, que no son las películas sino las personas que han colaborado para saber que es lo que más ha gustado este 2009. Roberto Pascual, Nacho Gonzalo, Annabel Martínez, Ángeles Gómez, Antonio Chaves, Unai Álvarez, Xavier Vidal, Alex F. Cornejo y Ángel Blasco, han participado en esta visión cinéfila de lo que fue 2009. Nunca un año pudo encontrar mejores jueces.

14 diciembre 2009

Infravalorados de cine: Oliver Platt. Alégrame el día

Este domingo, El Pais ha elegido a los 100 personajes iberoamericanos más importantes del año 2009. En el apartado de deportes estaba, como no, Pep Guardiola y el texto que acompañaba estaba escrito por Vicente Del Bosque. La tesis del seleccionador español de fútbol era que aunque no conocía personalmente a Guardiola le caía bien. “No le conozco por dentro, ni su relación con los jugadores, ni el desarrollo de la estrategia deportiva, ni el método de trabajo. Cuando hablas de una persona, para resumir lo que piensas y simplificarlo hay una frase que siempre utilizamos: “Me cae bien”, escribe Del Bosque.
 
Esa sensación del buenrollismo que te da una persona sin conocerla pasa mucho en la televisión, cine o teatro. Pues esa sensación del honorable Del Bosque la tengo yo cuando aparece en escena el actor Oliver Platt. No sé si esconde cadáveres en su armario o estafa hacienda. La realidad es como Del Bosque con Guardiola a mí Oliver Platt me cae bien. Porque sé que aunque esté viendo una película nefasta (y Platt ha rodado tanto que ha hecho más de un bodrio) si aparece el orondo Oliver la película crecerá. Su fisico orondo su cara bonachona y su capacidad para la ironía hacen que les llueva los papeles robaescenas. Él es el que entra el salón para aportar otra visión de lo que estamos viendo. Ya sea defendiendo como abogado al presidente de los Estados Unidos en un papel más serio (El Ala Oeste de la Casablanca), siendo el contrapunto cachondo / irónico, el amigo de... (Tango para tres) o el experto que llega al film a robar escenas a los protas (Mandíbulas) o alguien que con una imitación de Richard Nixon hace que te olviden que en ese film hay actores más consolidados como Frank Langella, Sam Rockwell o Michael Sheen (El desafío. Frost contra Nixon). Platt llega, roba la escena y se va, esperando su próximo y episódico trabajo. Platt me cae bien y quizá nunca llegue su oportunidad. Su protagonista que le permita llegar a publico masivo (¡qué bien estaba en esa joya llamada Funny Bones!), su secundario que le permita una nominación al Oscar... Quizá eso no vaya a llegar nunca. Es una pena porque este actor puede alegrar una tarde con una mala película. Y yo sería el primero que se alegraría si llegara su merecida recompensa. Simplemente porque es un tipo que me cae bien.

10 diciembre 2009

/ VR21 / Resumen 2009

Aunque estemos a diez de diciembre es hora de recogerlo todo y empezar a hacer balance. Que es lo mejor (o lo peor) de este año de cine que se acaba en unas semanas. Para ello hemos contado con la colaboración de la mejor persona que puede hacernos un resumen del año ya que pocas personas viven los días tan intensamente como él. El inefable Antonio Sempere. Con él charlaremos de cine extranjero y español además de mirar el futuro de lo que nos viene encima. También se podrá oír los valoraciones de algunos de los oyentes que opinan sobre lo mejor que han visto este 2009. Unai Álvarez, Antonio Chaves, Ángel Blasco, Ángeles Gómez y Roberto Pascual nos comentan las mejores películas que han visto este año. Vivir Rodando dice adiós a un año de cine.

Para descargar o escuchar el programa pinchad en:

. Programa Vivir Rodando 10 Diciembre 09 (Lo mejor de 2009)

30 noviembre 2009

Joyas a reivindicar: Están vivos. Conciencia social carpenteriana

¿El cine de Ken Loach o Fernando León se acerca realmente a la vida de los obreros, los parados o desclasados? Hay corrientes creen que este cine social (también depende de qué películas hablamos) tiene ciertas dosis de demagogia e irrealidad que le alejan de cualquier tipo de posible realismo. A veces intentar acercarte los que más sufren te aleja de ellos puesto que la realidad es prácticamente imposible de fotografiar. En otro orden de cosas tenemos un genero que siendo la antitesis de lo creíble y real, muchas veces, consigue que palpemos cómo siente de verdad el género humano. Me refiero al cine fantástico, refugio de unas libertades que no tienen otros tipos de cine. En 1988 John Carpenter con Están Vivos se dispuso a estrenar lo que se podría considerar una gracieta (como son consideradas algunas de sus películas). Una película de alienígenas o zombies, otra más. El quid de la cuestión es que Carpenter se puso el mono de Ken Loach y queriendo (como persona inteligente social) realizó una impactante y acertada metáfora social. En realidad algo más allá que una metáfora, una visión de lo que debería ser la conciencia de clase norteamericana. Porque los “extraterrestres” tardan en aparecer. La práctica totalidad de la primera parte del film habla sobre las circunstancias terribles en las que viven la clase baja-media en Norteamérica. Bajo la excusa de la crisis (sí amigos, no sólo en estos tiempos hay crisis) las empresas fagocitan a sus trabajadores arrojándoles a la calle con nada. Eso sí es puro realismo.
 
  
 
Pero la parte fantástica no se queda atrás. Los extraterrestres son invasores que llevan años ocultos entre nosotros. Son los ricos, los poderosos, la clase alta que nos dominan y nos duermen impidiéndonos rebelarnos contra la situación (de miseria) que nos hacen llevar. Y sólo podemos ver su verdadero rostro (decrepito y horroroso) con unas gafas de sol especiales. En realidad Carpenter dice que más allá de la película esos extraterrestres viven entre nosotros. Igual que en el film nos dominan, nos obligan a consumir, a ver (mala) televisión, a seguir dormidos... El claro problema es que no llevamos gafas para ver sus verdaderos rostros. O quizá que no queremos verlos. Que no nos interesa usar esas gafas imaginarias porque estamos mejor dormidos y subyugados. En resumen, todo un puñetazo carpenteriano a nuestra realidad.

26 noviembre 2009

/ VR20 / Cine y cómics

Hablar sobre la peculiar relación que han tenido y tienen el cine y los cómics es harto complicado. Pero como todo en la vida si estás bien acompañado todo es más fácil. Para este último programa de Vivir Rodando hicimos un viaje de media hora sobre el binomio fascinante que forman el cine y los cómics con la mejor compañía posible, nuestro superhéroe favorito, Fernando Miró. El profesor de la UMH y mente pensante del imprescindible programa ¿Qué puedo hacer? nos lleva por un programa de celuloide y viñetas donde aparecerán nombres como Alan Moore, Frank Miller o M.Night Shyamalan. Toda una aventura fascinante que te invito a escuchar.

Si quieres escuchar o descargar el programa pincha en:

12 noviembre 2009

/ VR19 / John Ford

El hombre que mató a Liberty Valance habla sobre la creación de un falso mito. Jordi Costa intenta dar una visión realista de un mito hinchado, según él, como Alejandro Amenábar a través de su cómic Mis problemas con Amenábar. Miguel Carvajal habla de un mito que no merece discusión como John Ford. De eso hablamos en el último Vivir Rodando, de mitos y leyendas.

Si queréis escuchar o descargar el programa pinchad en:

. Programa Vivir Rodando 12 Noviembre 09

02 noviembre 2009

Elogio de un todoterreno



Ante el fallecimiento de su padre, el hijo de José Luis López Vázquez respondía a la pregunta de cómo le gustaría ser recordado a su padre de esta manera: “Con cariño que le ha profesado la gente cuando estaba vivo”. Esa sería la frase que se utiliza con muchos de los actores más populares muertos. Con una simple diferencia. Con José Luis López Vázquez ese cariño era real.

Porque a todo el mundo le gustaba imitar su “señorita” que espetaba a la gran Gracita Morales. Porque fue un cómico genial que supo llegar al pueblo a base de tics y gestos geniales que bordeaban la línea de la sobreactuación pero nunca la superaba. Hizo películas realmente populares, trabajó con un fenómeno de masas como Paco Martínez Soria e hizo el cine del que muchos se avergonzarían con cierta edad. Pero él no. Porque sus personajes tenían que ver con nosotros, con la gente de verdad. Y sin esa vergüenza supo trabajar con Carlos Saura, hacer Mi querida señorita, vivir en el caos berlanguiano de los Leguineche, poner su talento cómico a una pequeña gran obra como Atraco a las tres... Hacer de todo y todo bien. Sin pedanterías, ni intelectualidades sobrantes. Su carrera es envidiable porque simple y llanamente lo hizo todo. Y lo más difícil, de manera sobresaliente. Nunca se sabrá si era el mejor pero lo que si sabemos es que era historia. Un auténtico todoterreno.

. El gran versátil (Diego Galán, El País)

04 octubre 2009

Canto a la vida neoyorquina desde el pesimismo

- Si la cosa funciona - (Woody Allen, 2009)
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Estoy seguro que no soy el único que esbozó una sonrisa al saber que en el regreso de Woody Allen a sus raíces (Nueva York, la comedia...) iba a ir de la mano de Larry David. Si Allen fue una bocanada de aire fresco en su estilo cómico, David ha logrado revolucionar el humor norteamericano con esa obra maestra llamada Seinfeld (que creo junto al cómico Jerry Seinfeld). Woody Allen sabía que lo tenía difícil ya que no muchos confiaban en que volvería a ser el de siempre. Quizá por eso necesitaba ir de la mano con uno de los artífices de la mejor comedia estadounidense...aunque sólo fuera como actor. Se podría sospechar que Si la cosa funciona es toda una exhibición de Larry David soltando frases las envenenadas que Allen le había escrito. En resumen, un doctor House pasado por el prisma del genio de Manhattan. Y durante la primera parte de la película así es como funciona la nueva película de Allen que muestra todas sus fobias y desconfianza hacia el ser humano.

Pero estaba claro que Si la cosa funciona era otra cosa, el regreso de Woody Allen a su querida Nueva York. Esa ciudad que siempre ha sido un oasis de vida y cultura en la primera potencia del mundo. Por eso, Si la cosa funciona actúa como una pequeña carta de amor a la ciudad y al estilo de la vida de los neoyorquinos. No importa como haya sido tu vida antes, cual sea tu ideología o tus frustraciones, Nueva York te liberará. Por eso toda la segunda parte es menos Boris Yellnikoff (Larry David) y más Nueva York. Y todos los bienes que te pueden producir Nueva York los centra Allen en lo mejor de película que es Evan Rachel Wood. Una sencilla pueblerina que acaba imbuida (como toda su familia comandada por la estupenda Patricia Clarkson) por el espíritu libre y bohemio de la ciudad norteamericana. El talentoso encanto de Rachel Wood (que no pierde en todo el film) hace que todo el tono amargo y pesimista que trata de trasladarnos el personaje de David acabe convirtiéndose en una llamada optimista a la libertad y a liberarnos de todos los prejuicios que nos rodean. Conseguir la felicidad a través de un pesimismo racional. Mediante bandazos, Allen logra transmitir toda esta filosofía y todo su amor por Nueva York.

 . Regreso (por fin) a Nueva York (Quim Casas, Cine 365)
 
. De la amargura al optimismo (Beatriz Maldivia, Blog de cine)
 
. Dejarse llevar (Sergio Roma, Cinebulosa)

28 septiembre 2009

Series de cine: The Wire. La vida es dura, chaval

Cuando se realizan las típicas listas sobre las mejores series de la historia de la televisión aparecen nombres comunes como Los Soprano, Seinfeld o El Ala Oeste de la Casablanca. Y siempre en esas listas aparece una sombra, un titulo que muchos reclaman como “la mejor serie de la historia” pero que, en un principio, carece del glamour o la popularidad de otras. The Wire es sin duda la serie de culto por excelencia, marginada en los premios, ( sin una acogida masiva del público pero elevada a los altares, con justicia, por unos seguidores que sabían que con cada capítulo estaban viendo algo bueno, inteligente y profundo.
 
The Wire miente y engaña como lo suelen hacer sus personajes. En realidad toda ella es una serie sobre la mentira. Observando los primeros capítulos parece que estamos ante una serie policíaca sobria y efectiva que refleja la lucha contra la droga de los policías de Baltimore. Mentira a medias. The Wire es una serie social (¡2 nominaciones a los Emmy en cinco temporadas!)seguro que la cuarta temporada la hubiera gustado firmar Ken Loach) sobre el funcionamiento de una ciudad desde todos los puntos de vista posible. Es lógico que The Wire sea fruto de la mente de un periodista (David Simon), ya que sólo uno podía indagar sobre la situación de una comunidad. Y los resultados son escalofriantes. No importa el comportamiento de policías, camellos, periodistas, políticos...si una sociedad no funciona la culpa la tienen los estamentos de poder y su absurda burocracia implícita. 
 
 
 
Si se metiera a The Wire en el genero policiaco seria uno completamente distinto. A David Simon le importan tanto los buenos como los malos. Los policías son seguidos con lupa como lo son los traficantes o camellos. No hay demagogia ni tópicos , un policía y un camello sufren y trabajan igual sólo que con un diferente código ético. Y los dos chocan con las injustas y absurdas decisiones de sus jefes que consiguen hacer que las ciudades tengan un funcionamiento lento, absurdo e injusto. Y Simon no se centra sólo en estos dos sectores. La educación (alumnos y profesores), los trabajadores, los periodistas, los políticos...son examinados con lupa y todos tienen el mismo final, el sinsentido de la burocracia y el poder crean una sociedad que atenta contra el sentido común. Los ciudadanos son la victima del poder. Para lograr una radiografía tan exacta Simon teje un fascinante laberinto de personajes que cruzan sus vidas durante cinco temporadas. Omar Little, Stringer Bell (uno de los grandes villanos de la historia de las series), Jimmy McNulty, Chris Partlow, Cedric Daniels, Tommy Carcetti (para saber cómo es la política de verdad sólo hay que seguir a este gran personaje), Lester Freamon, Bunk Moreland... Imposible quedarse sólo con un personaje, cada uno de su padre y de su madre, juntos forman una ciudad condenada como es Baltimore. Porque The Wire hace algo tan difícil como mostrar la vida. Y no le importa que un supuesto protagonista no aparezca apenas toda una temporada o matar a un personaje carismático en mitad de otra. Porque así es la vida y The Wire la muestra tal y como es con un estilo sobrio y contundente. Y todos esos lugares que aparecen en la serie nos suenan. Porque Baltimore podría ser Alicante, Madrid, Nueva York, La Habana o Buenos Aires. The Wire son todas las ciudades en una. No sé si The Wire es mejor que Seinfeld o Los Soprano y no me importa. Quienes hayamos visto The Wire sabemos que somos afortunados. Porque disfrutarla y sufrirla es una de las mejores experiencias que se pueden tener viendo una pantalla de televisión. Una experiencia necesaria si quieres saber cómo funciona el mundo. 
 
 . Periodistas, maleantes y Baltimore (Javier Del Pino, El País)
 
. La última tragedia americana (Toni García, El País) 
 
 

08 septiembre 2009

Joyas a reivindicar: Starship Troopers. ¿Inteligencia? militar

Sin duda una de las personas a las que se les podría adjudicar la frase, ir al grano en esto del cine es Paul Verhoeven. Para el director holandés en sus películas, la violencia es violencia, el sexo es sexo...sin darle toques artísticos, ni querer ser un tipo cool o moderno. Por eso los detractores de Verhoeven utilizan términos como director cutre, tramposo o vulgar. Pero los hay que vemos que sus films van más allá de lo que se muestra en pantalla. Su lenguaje visual directo, sin tonterías, ni chorradas ocultan personajes e historias duras y complejas. Un caso evidente es una maravilla como Starship Troopers.

La película fue vendida como un asalto más a la taquilla estadounidense por parte de Verhoeven como lo había sido Instinto básico. Pero de nuevo el holandés estaba siendo más inteligente que todos. Si la película que puso de moda el cruce de piernas de Sharon Stone era una fabulosa y adictiva farsa a través de un thriller erótico, Starship Troopers no se quedaba atrás. El film parecía hacer la típica carrera de un film revientaquillas, éxito de publico y palos de la critica que sólo alababan sus (apabullantes) efectos especiales. Y lo más significativa, algunos críticos la tachaban de fascista. Aunque parezca lo contrario, con esta reacción Verhoeven lo había logrado.



Porque para ser critico o irónico lo mejor es mostrar a lo que quieres criticar en su máximo esplendor...o idiotez. Starship Troopers es todo un asalto contra el fascismo trasnochado que muestran algunos paises o superpotencias a traves de sus aparatos militares. Para ello se rodea de elementos como un megapatriotismo absurdo o tramas entre los personajes cercanas al nivel intelectual de Melrose Place. Todo está estudiado para el resultado final, mostrar el absurdo de los aparatos militares, las guerras preventivas u invasiones varias. El casting también es clave. Olvidémonos del talento interpretativo, Verhoven se rodea de tipos duros (el inefable Michael Ironside), malos actores guapitos (Casper Van Dien) y cuerpos esculturales (Denise Richards), que colaboran a hacer más demoledora esta farsa militar.

Dicen que la ciencia ficción es tan grande porque en realidad refleja los problemas que tenemos en la actualidad. Paul Verhoeven lo hace, riéndose de todo y de todos. Engañándonos y metiéndonos en una historia que parece una película de bichos, naves espaciales y efectos especiales que, en realidad, es una patada en la cara de los salvadores de la patria que hay en todo los lugares del mundo. Siempre que he visto fotos de Paul Verhoeven se está riendo. Es lo que tienen los tipos listos que saben reirse del mundo, mientras les saca unos buenos billetes.

29 agosto 2009

Interpretaciones de cine: Samantha Morton (Acordes y desacuerdos). Woody Allen sin palabras

Acordes y desacuerdos, es una maravilla infravalorada de Woody Allen. Es más, es la última gran película antes de rodar Granujas de medio pelo y comenzar una época extraña en su filmografía. Acordes y desacuerdos, tenia grandes nombres o géneros: Woody Allen, Sean Penn, la sombra de Django Reinhartd, jazz... pero entre todo ese maremagnum de grandes nombres destacaba una pequeña actriz que sin pinta de comerse al mundo lograba con su interpretación hacer de Acordes y desacuerdos una película especial. Y todo sin decir ni una palabra. A la Hattie que crea Samantha Morton no le hace falta decir si está sufriendo o riendo, sus ojos, su cara y sus gestos lo dicen todo. Samantha Morton crea un personaje que parece salido de un corto de El gordo y el flaco, o una comedia de los años 30. Frágil, flaca, ágil, muda...y sufridora. Se enamora del héroe de la película, el impresentable, egoísta y genial Emett Ray que borda Sean Penn. Aguanta putaditas y humillaciones del genio siempre con una mezcla de estoicismo y estilo. 
 
La actuación de Morton es un maravilloso anacronismo en si mismo. Una interpretación propia de una película de cine mudo en blanco y negro en un film que se rodaba a finales del siglo XX. Si en las películas allenianas los actores buscan el dialogo para lucirse, Samantha Morton utiliza el cuerpo para reflejar sus sentimientos, sus dudas y su dolor. Allen crea un personaje adorable y distinto, y Morton (nunca mejor dicho) le da forma .Una actuación tan agridulce como perfecta. Como le sucede a Emmet Ray, los espectadores, la Academia de Hollywood (nominada a la mejor actriz de reparto), Allen... todos nos rendimos a Hattie. Y al final ella nos demuestra que es la que domina la situación y sale ganadora. Si deja a Emmet. con dos palmos de narices al resto nos deja con tres. Porque ella, es la gran ganadora de Acordes y desacuerdos. Un papel escrito a medida de una actriz impresionante que se luce. Si Charles Chaplin hubiera coincido con ella le habría hecho un contrato en exclusiva. Aunque no sabemos cuanto pagaría porque las expresiones de su cara en Acordes y desacuerdos no tienen precio.
 
 

12 agosto 2009

Música de cine: 24 hour party people. De fiesta en Madchester



Cuando estas en Manchester no parece ser una ciudad que tenga nada especial. Una localidad inglesa que no parece ni bonita ni fea, no inspira ni frío ni calor. Pero, como pasa con todo, si paseamos con los ojos abiertos podemos encontrar historias apasionantes donde parece no haberlas. Hay en Manchester un edificio llamado Affleck's Palace que en realidad es un compendio de tiendas con productos no muy caros (discos, ropa...) Como si fuera una iglesia tiene unas vitrinas que recogen mediante unos dibujos a personajes importantes de la ciudad, uno de ellos esconde una historia apasionante de Manchester, Tony Wilson. Wilson, fundador del sello musical Factory Records, periodista, estrella televisiva..., fue uno de los artífices de uno de los movimientos musicales más importantes europeos en los años 80 y 90 llamado Madchester. Por la ciudad inglesa pasaron grupos como Happy Mondays, Joy Division, The Smiths... marcando un hito en la historia de la música. Y todo esta historia merecía un hueco en el cine con el mejor narrador posible Michael Winterbottom que se saco de la manga 24 hour party people.

En Manchester fueron años de nervio, movimiento, música y baile. Por eso Winterbottom optó por alejarse de la narración pura y dura e inventarse una película que es una especie de falso documental narrado por el propio Tony Wilson (soberbio Steve Coogan). En 24 hour party people podemos ver el frenesí de esos años donde se logró mezclar la belleza de las letras pop con la locura de las pistas de baile. El lugar donde convivieron genios absolutos como Ian Curtis o Shaun Ryder. Todo Manchester fue un ciclón de música, velocidad y drogas. No se puede saber si 24 hour party people es una comedia o es un drama. Va demasiado deprisa para que nos demos cuenta. Pero lo que si sabemos es que es film que destila amor por la música por los cuatros costados, el mismo amor que tiene Tony Wilson. Y no se ve porque aparezcan más o menos canciones. Se siente por la importancia que da Winterbottom a la música. Sólo hay que ver como se reverencia las figuras de Curtis y Ryder por encima de sus problemas uy vicios personales. Genios antes que nada. Como narra el cambio vital que produce esa música en la ciudad que saca a la gente a las pistas de baile (mítico club The Haçienda). Y, especialmente, habla de esa figura que es Tony Wilson cuya vida es música. No importa qué tiene que hacer o cuanto dinero debe gastar. La música mueve todo su mundo, es imposible no contagiarte de su espíritu suicida.



24 hour party people es tan vibrante como esos años que se vivieron en Manchester. No va de cine es una canción en si misma. Y parece escrita por el mismo Shaun Ryder. Con su mismo talento, su idéntica pasión por la diversión y el exceso. 24 hour party people es la canción que deberían poner en todas las discotecas para recordar lo grande y divertida que puede ser la música. ¡Hallelujah!

08 agosto 2009

Joyas a reivindicar: Jóvenes prodigiosos. Genios inadaptados

Así es el cine y la vida. Curtis Hanson paso de ser un buen artesano a un maestro en poco tiempo. La adaptación al cine de la novela de James Ellroy, L.A. Confidential, le dio (merecidamente) un sitio entre los grandes. Y no sólo por su éxito sino por el respeto que infundió a todo el mundo por la manera tan soberbia de realizar una película de cine negro tan clásica como moderna. Y después de la tormenta llega la calma. La siguiente película de Curtis Hanson marcaría ante quien estábamos y qué podíamos esperar de él. Y , para algunos, la experiencia fue más que satisfactoria. Volvía a confiar su suerte en adaptar otra novela de un moderno novelista genial como es Michael Chabon. El reto se llamaba Wonder Boys. Pero esta vez tenía un material delicado, una especie de drama con toques cómicos lleno de personajes extravagantes y en el filo. Fuera gangsters, policías y violencia y dentro personajes perdidos y, a veces, indescifrables. Jóvenes prodigiosos es una de esas joyas que pasan por la cartelera sin hacer ruido. No fracasan, tienen buenas criticas y cazan alguna nominación a grandes premios. Pero no se les da el suficiente valor que se merecen y se pierden en la historia. La película de Hanson huele a oportunidades perdidas, a personajes que conviven con su fracaso diariamente como es ese Grady Tripp que interpreta magistralmente Michael Douglas (su mejor papel, por encima del Gordon Geckko de Wall Street). Alguien cuya crisis de creatividad pasa precisamente por no saber finalizar una novela sin sentido con cientos y cientos de paginas. Mientras que su anterior libro pasa por un clásico moderno, él no sabe como finalizar el siguiente, ¿Hanson se hacia una autometáfora con su L.A. Confindential? Él es el motor de una película que tiene un merito esencial, ser distinto a buena parte del cine USA que nos llega. No tener miedo en narrar (con el eficaz trabajo de Hanson en la dirección) todo el periplo surrealista que lleva a Tripp a tocar fondo. La muerte de un perro, el robo de la chaqueta que pertenecía a Marilyn Monroe, lios con amante y esposa... todos esos “problemas” lo único que nos traslada es a la rotura del sueño americano. Un genio frustrado sin rumbo en su vida que sólo puede vivir de un éxito en su vida, su primera novela. También es clave la interacción de su personaje con el James Leer que hace un genial Tobey Maguire. Joven mentiroso, extraño y genial, tanto como lo es el personaje de Tripp. Y los dos completamente perdidos. Jóvenes prodigiosos habla del fracaso pero se aleja de visiones depresivas y realistas que podía hacer cualquier otro director. Ni Hanson ni su guionista (el gran Steve Kloves) son tontos y se apoyan en el personal mundo de Chabon para retratar la tortura que puede ser tener todo el talento del mundo sumado a la confusión que nos aporta una sociedad caótica (y ni la marihuana puede evadirte de él como intenta) Y lo hace de una manera elegante, ágil y, a veces, divertida. Jóvenes prodigiosos es una joya rara, distinta y tan genial como los personajes que en ella habitan. Se merece una reverencia como la que hace Tobey Maguire al final del film. Bravísimo, señor Hanson.

31 julio 2009

De vacaciones infernales con Sam Raimi

- Arrástrame al infierno - (Sam Raimi, 2009)



Es de una lógica aplastante la existencia de Arrástrame al infierno en estos momentos. Imbuido por completo en el mainstream arácnido, Sam Raimi necesitaba tomarse unas vacaciones. No coge sombrero ni sombrilla sino monstruos y demonios. Si Raimi logró imbuir de elasticidad y movimiento las dos primeras películas de Spider-Man en la tercera comenzaban a notarse síntomas de cansancio. Raimi dejaba de ser Raimi a marchas forzadas. Y, para rematar la faena, Spider-Man 4 ondeaba en el horizonte. Por eso necesitaba en descanso estival volviendo a las posesiones infernales que le dieron un nombre en medio mundo.

Arrástrame al infierno se olvida de la moda del terror psicológico que, algunas veces, es más un engañabobos que una experiencia terrorífica. Aquí hay demonios, brujas, infiernos, desesperación...en definitiva terror. Puede ser que uno esté cada vez más preparado para estas cosas pero es sanísimo encontrarse con una vigorosa película que busca el miedo directo. Sin trampas ni dobleces, un monstruo es un monstruo y una bruja es una bruja. Y tienen que dar miedo, y la protagonista debe sufrir, gritar y chillar. Todo eso aderezado con la cámara elástica de Sam Raimi (fabulosos momentos como la pelea en el coche o la parte final en el cementerio) olvidando cuitas argumentales (todos sabemos lo que hay en el maldito sobre). Se nota lo mucho que ha disfrutado el director de volver al principio.

Arrástrame al infierno es hora y media de ese terror que algunos directores ya no quieren hacer. O bien porque reniegan o se avergüenzan. Para volver a ello Raimi se ha ido, como debe ser, directamente al infierno para goce de todos nosotros. Pero esas vacaciones infernales se le han acabado. Ahora a preparar Spider-Man 4 con la mirada de los productores de Hollywood en su nuca ante cualquier error. ¿Dónde está el infierno Sam?

. Maldiciendo a la banca (Jordi Costa, El País)

. Arrástrame al infierno, o ¿quién teme a la hipoteca feroz? (Sergi Sánchez, Canal TCM)

. Ola de sustos (Beatriz Martínez, Miradas de cine)

24 julio 2009

Joyas a reivindicar: I'm not there. Bob Dylan, dividido y humillado


Hace tiempo me encontré con un hecho sorprendente y que se repite cada cierta frecuencia. Se estrenaba en España la comedia Adivina quién protagonizada por los cómicos norteamericano Bernie Mac (recientemente fallecido) y Ashton Kutcher. El día del estreno fui a ver la cartelera fui a ver el periódico y me di cuenta que la peliculita de marras estaba prácticamente en multitud de salas de la ciudad. Es más la película tenia un numero de copias en España absolutamente increíble (por su elevada cantidad). Es resumen, una película que no había destacado por tener unas grandes criticas en su país, con un humor muy localista (estadounidense), una estrella sólo conocida en el país norteamericano (Bernie Mac), otro conocido por ser el esposo de una estrella de capa caida como Demi Moore (Ashton Kutcher)...algo que no debería ser muy atrayente para el público europeo no sólo se estrenaba en España sino que arrasaba en número de copias. Incomprensible. Y en el otro extremo tenemos I’m not there (titulo cogido de una preciosa y desconocida canción de Bob Dylan). Este film “sólo” tiene nombres como Bob Dylan, Todd Haynes, Cate Blanchett o Heath Ledger. ¿Su estreno en España? Nunca ha sucedido.

Viendo I’m not there podemos ver las claves de porqué el film ha sufrido una vergonzosa incomprensión. Acercarse a la figura del elemento de cultura popular vivo más importante de una manera común y lineal parece harto complicado. Dylan es demasiado grande para hacerlo de esa manera. Martín Scorsese lo hizo a través de declaraciones e imágenes en su indispensable No direction home y, según dicen las buenas y malas lenguas, acabo hasta las narices del lenguaje cifrado y el hermetismo que ejerció Dylan en el documental. El universo dylaniano es tan inmenso que hacer una típica biopic podía ser un error inmenso.
Por suerte tras la cámara había un genio como Todd Haynes que ya había demostrado en la inmensa Velvet Goldmine que poco creadores saben acercarse al mundo de la música como él. I’m not there se acerca a Dylan sin hablar de Dylan. Nos acerca a Woody Guthrie, Arthur Rimbaud, a ese Jude Quinn que “traiciona” a su público para hacer crecer su música hasta limites insospechados cargando con un tremendo peso (la famosa “electrificación”) ... Dylan está ahí sin aparecer. Él no está allí pero sí su esencia. Con el poderío visual de Haynes estamos ante un poema repleto de metáforas de quién fue Dylan y, especialmente, que quiso decir con su música. Un hombre extraño que supo reinventarse y cambiar su carrera (cosa que pocos saben hacer) para adquirir nuevas formas de hacer magia. I’m not there habla de sus contradicciones, odios, raíces e ideas. Es Bob Dylan sin serlo. Sin estar allí, en la película, el alma de de Dylan está en cada fotograma. Por eso quizá no se haya estrenado. No es una película sobre un mito sino sobre su alma. Y eso es demasiado complicado de digerir para algunos.

PD. I’m not there tiene una de las mejores bandas sonoras (de varios autores, no de compositor al uso) que yo haya oído jamás. Las canciones de Dylan pasadas por el talento de Cat Power, Tom Verlaine, Sonic Youth ... Por eso motivo también os enlazo al programa que realizó Fernando Miró en QPH? sobre I’m not there, en particular, y Bob Dylan, en general. En este espacio se pueden escuchar algunas canciones de la banda sonora. Una gozada. Podéis escucharlo pinchando aquí

09 julio 2009

Reivindicación del perdedor

- Pagafantas - (Borja Cobeaga, 2009)


 
Pau Gasol, Rafael Nadal, Fernando Alonso, Pedro Almodóvar, Javier Bardem y otros han logrado alejar esa sensación de victimismo que siempre han tenido los españoles. Ya no somos Alfredo Landa o José Luis López Vazquez persiguiendo a las suecas en Benidorm. Los españoles no sólo podemos ganar sino que lo hacemos. Y eso, en principio, es una buena noticia. El problema es que caigamos en la chulería o prepotencia de nuestros vecinos franceses o italianos y olvidemos “nuestras raíces”. Porque no hay nada malo en decir que dentro del español hay un pequeño perdedor que con humildad intenta sobrevivir en un mundo cruel. Borja Cobeaga homenajea en Pagafantas a este perdedor.

Con su Pagafantas, Borja Cobeaga ha demostrado que en esa cabeza brillante y ocurrente (recomendación: acudir a cualquier rueda de prensa suya, todo un showman) hay todo un director de cine. Rueda una comedia divertida, breve y con ritmo sin caer en ningún momento el chiste fácil ni en la realización burda y torpe. Es más, Pagafantas es una película excelentemente dirigida. Pero aparte hace una película con miga porque reivindica al perdedor de toda la vida. A la persona que aún siendo un pagafantas toda la vida sigue luchando y cometiendo los mismos errores una y otra vez. Cobeaga no ha querido hacer El apartamento (afortunadamente) pero si que la dimensión trágica de Chema llega a la del C.C. Baxter de la película de Wilder.

Y en este tipo de películas no puede surtir la magia si los actores no están donde tienen que estar. Y lo están. Gorka Otxoa es el perfecto pagafantas justificadamente enamorado de una adorable y caótica, Sabrina Garciarena. Como son perfectas las aportaciones de Oscar Ladoire (¿nominación al Goya al actor de reparto?), Kity Manver o Maria Asquerino (a la que no le hace falta hablar para estar genial). Cobeaga logra divertirnos buscando en el fondo de nosotros mismos y enseñarnos que, aunque es trágico, ser un perdedor es algo muy nuestro de lo cual, no siempre, podemos huir.

. No odies al héroe (Rafa Martín, Las horas perdidas)
 
.¡Este Viernes, Pagafantas! (Nacho Vigalondo, Diario Cinematográfico)
 
.Un gran debut, una comedia imprescindible (Desirée de Fez, Cine 365)

30 junio 2009

Joyas a reivindicar: James Bond contra Goldfinger. Bond, modélico Bond



Siempre que veía a José Luis Garci con sus amigos / colegas en ese (importante) programa que era ¡Qué grande es el cine! sentía envidia. No porque fueran todos muy listos, supieran tanto y pudieran fumarse hasta las colillas que dejaban en sus charlas. Sentía recelos porque todos hablaban de cómo su educación en cine había pasado por chuparse horas y horas de cine en pantalla grande viendo a los clásicos. Ya me imagino a un joven Garci yendo a las salas de un cine en el centro de Madrid para ver a los Hitchcock, Wilder o Ford. Y digo envidia porque yo soy de cultura televisiva. De cine en televisión ya que las películas con las que crecí las tuve que ver en la pequeña pantalla. Y dos que recuerdo que marcaron las vi a través del VHS de casa de mi tía (que en esos momentos era la leche) y con las que disfruté como un enano (cosa obvia pues no tendría más de diez años). Una era El imperio contraataca y no, no me convertí en un fan de Star Wars dado la ligera decepción que sufrí al ver que tanto La guerra de las galaxias como El retorno del Jedi no estaban a la altura. La siguiente película representaba otro paradigma del entretenimiento, todo un Bond. Para mí el más grande Bond de siempre. El de James Bond contra Goldfinger.

Es verdad que puede parecer que todos los Bond son iguales. Pero la clave está en como se cuenta la misma historia. No es lo mismo el Bond algo soso de Pierce Brosnan con el musculoso y torturado de Daniel Craig. Sí, hay chicas y acción pero no es lo mismo. Por eso de James Bond contra Goldfinger se puede decir que es modélica. Tiene un villano memorable como es Goldfinger / Gert Fröbe pero que es además tiene un ayudante de villano - esbirro todavía más memorable, Oddjob / Harold Sakata. Todos conocemos la capacidad mortífera que puede tener un sombrero gracias a su interpretación. Esta James Bond contra Goldfinger contiene una de las grandes muertes de la historia del cine, con esa Shirley Eaton bañada en oro en una mezcla imposible y genial de belleza y muerte. Una imagen que todavía no se me ha podido borrar de mi mente. Y es que hay cosas que a ciertas edades se te quedan para siempre.

En James Bond contra Goldfinger no sobra nada y todo es modélico. Empezando por un grandísimo Sean Connery que sabe como ser un Bond perfecto. Ya sea tomando una copa con su clásico smoking blanco o a punto de ser partido por la mitad por un rayo láser. Porque James Bond contra Goldfinger contiene alguna de las imágenes más icónicas de toda la serie. Y a pesar de ser la tercera película Bond se podria decir que este es el film del que bebieron todas las películas Bond que hizo Sean Connery. Porque James Bond contra Goldfinger es todo un modelo de cómo hacer de una mezcla con espías, mujeres, oro, villanos de fuera, asiáticos con mala leche, Honor Blackman (esos Vengadores), Shirley Bassey y acción, un ejemplo de un gran film de entretenimiento