24 julio 2008

Series de cine: La Víbora Negra (Blackadder). Un milagro británico

Hernan Casciari escribió que la serie británica de la BBC, La Víbora Negra está considerada la mejor comedia británica de todos los tiempos. Debo discrepar. La Víbora Negra es la mejor serie cómica (junto con Seinfeld) de todos los tiempos. Reúne todos los requisitos: inteligente, con ritmo, muy divertida y con uno de los finales más redondos y demoledores de toda la historia de las series de televisión.

La Víbora Negra cuenta la vida de Edmund Blackadder (Edmund Víbora Negra) ,un personaje maquiavélico, ambicioso e inteligente, durante cuatro épocas históricas distintas de la historia de Inglaterra. Cada época corresponde a una temporada de la serie, con seis capítulos cada una.

TEMPORADAS DE LA VÍBORA NEGRA

Primera temporada (1983): En 1485, el Duque de Edimburgo se hará llamar Edmund Blackadder y comenzará sus intrigas para tratar de llegar a ser el rey de Inglaterra. Para ello, nada mejor que comenzar matando por accidente en una batalla al legítimo monarca..

Segunda temporada (1986): Final del siglo XVI. Un descendiente del primer Blackadder, Lord Edmund Blackadder, sigue trazando complejos planes para ganarse el favor de la caprichosa reina Isabel. Claro que ésta tiene como principal hobby decapitar a los que la rodean.

Tercera temporada (1987): Finales del siglo XVIII - principios del XIX, Período Napoleónico. Malos tiempos para la dinastía Blackadder: Su heredero se ve condenado a trabajar de mayordomo para George, el Príncipe Regente, un perfecto retrasado mental; pero la ineptitud del príncipe espoleará a Edmund a seguir tramando astutos planes para mejorar su posición.

Cuarta Temporada (1989) : 1917, Primera Guerra Mundial. El Capitán Blackadder se encuentra en las trincheras durante la contienda europea. Pero el protagonista no tiene precisamente madera de héroe y usará todas las artimañas para no tener que entrar en combate.

La Víbora Negra fue creada para la BBC por Rowan Atkinson y Richard Curtis que escribieron el primer capitulo, después se sumó al trabajo Ben Elton . Hay muchas razones por las que La Víbora Negra es una serie tan imprescindible. Es una serie que vive de la palabra. Sus diálogos mordaces y geniales dichos a velocidad de crucero por unos actores en estado de gracia son de antología. Los insultos que se dedican algunos personajes (especialmente Blackadder a su criado Baldrick) son de un ingenio brutal, hoy pocas veces superado. Además la comparación con Seinfeld no es baladí. Sus guiones tenían una estructura perfecta siempre rematados con un final trabajado que cerraba la historia que se contaba en cada capítulo, como pasaba en la serie norteamericana.

Y los actores son un episodio aparte. Pocas veces tanto talento británico se junto para trabajar en un proyecto. Rowan Atkinson está absolutamente magistral como Edmund Blackadder. Sabe como decir cada dialogo con el tono adecuado y sobre todo sabe como poner el perfecto gesto para parecer maquiavélico, inteligente o simplemente cansado de la estupidez y violencia que le rodea. Me he reído mucho con Mr. Bean pero me apena que Rowan Atkinson sea más recordado por este personaje que por el de Edmund Blackadder (aunque creo que en el Reino Unido no es así). El nivel del resto del casting es simplemente descomunal. Destacar el actor Tony Robinson que interpreta el papel del genialmente tonto Baldrick, siempre al servicio de Edmund Blackadder y casi tan importante como él, en el desarrollo de la serie. La química entre Atkinson y Robinson ha sido pocas veces superada en televisión. Después destacamos a Tim McInnerny que interpretó al entrañable Percy en las dos primeras temporadas y al capitán Darling. El personaje de Percy era tan genial e importante como el de Baldrick pero sorprendentemente desaparecía al final de la segunda temporada.

Es una pena que los geniales Robinson y McInnerny fueran los que menos suerte tuvieron en su futuro actoral. Porque los fantásticos Hugh Laurie , Stephen Fry , Rowan Atkinson o Miranda Richardson si que gozaron (y gozan) de unas buenas carreras.

Pero lo más destacable de La Vibora Negra es el altísimo nivel que tienen las cuatro temporadas. Las cuatro temporadas son soberbias y es imposible quedarse con una. Y lo mejor de todo es que cada temporada es diferente...pero es igual. Encontramos los mismos rasgos de estilo (los dialogos, las situaciones...) pero la serie siempre aporta algo nuevo. Si me tuviera que quedar con una temporada sería la segunda. Simplemente por la maravillosa Miranda Richardon como Reina de Inglaterra.
La Víbora Negra habla sobre la muerte. O mejor dicho se ríe de ella. A Edmund Blackadder casi siempre le pasa lo mismo. Por culpa de alguna situación surrealista siempre está a punto de morir, ya sea guillotinado, fusilado o ejecutado. Y siempre se salva el último momento (excepto en los últimos capítulos de las temporadas 1, 2 y 4). Y si no moría Blackadder ya moriría alguien. La risa como antídoto de la miseria y la muerte. La Víbora Negra demostró que era algo mas que una serie de risas. Y este comentario hace que hable de la última temporada y su soberbio final.

No confiaba mucho en la cuarta temporada de La Víbora Negra. Me parecía difícil mantener un nivel tan alto. Además esa temporada se hizo dos años después de la tercera temporada. ¿El nivel se mantendría alto? Por supuesto, y a veces, lo superó. Destacar el segundo capitulo donde a Blackadder le hacen un consejo de guerra por matar a una paloma mensajera. Quizás el episodio más divertido de la serie.

UN FINAL A LA ALTURA

La temporada cuarta, que se desarrolla en la Primera Guerra Mundial, tiene un marcadísimo carácter antibelicista. Edmund Blackadder ya no quiere trepar ni es un ser ambicioso. Simplemente es un hombre que quiere huir de la muerte, de una muerte segura. Todo esto nos lleva al prodigioso último capitulo llamada Adiós. Capítulo completamente antibélico y con grandes criticas al Imperio Británico. En él los protagonistas reciben la orden de atacar desde las trincheras al ejercito alemán. La ofensiva es un ataque suicida y saben que todos acabaran muertos. Blackadder intenta librarse de ese ataque de varias formas (haciéndose pasar por loco o pidiendo antiguos favores). Pero esta vez no hay solución, esta vez Blackadder no podrá evitar la muerte. El episodio sigue siendo tan divertido como otro episodio de La Víbora Negra pero tiene un punto realmente amargo. En sus minutos finales ya prácticamente no hay bromas ni risas. Duras son las escenas cuando el capitán Darling (Tim McInnerny) es llevado a las trincheras obligado o cuando George (Hugh Laurie) asume que puede morir (o que va a morir) en el ataque. Y todo nos lleva al último diálogo genial de La Víbora Negra. Y como no, es entre los dos protagonistas de la serie: Edmund Blackadder y Baldrick, cuando están a punto de morir en el ataque suicida.

Baldrick: Señor, tengo un plan

Edmund Blackadder: ¿Un plan astuto y sutil?

(Baldrick siempre tenía un plan astuto para sacar de problemas a Blackadder. Esa frase hizo historia en Inglaterra y era repetida por todos los ciudadanos británico)

Baldrick: Sí señor

Edmund Blackadder: Bueno, Baldrick creo que tendrá que esperar. Aunque seguro que era mejor que el de hacerme pasar por loco. ¿Quién iba a notar a otro loco en medio de todo esto?

(Inmediatamente después se inicia el ataque que acabará con sus vidas y con el que finaliza la serie)

 
La serie que más me ha hecho reír acaba con un final redondo y rotundo. La Víbora Negra siempre fue un clásico, ese final lo convirtió en algo más. En una serie histórica. Un milagro made in british.
 
PD. Siempre recomiendo ver las películas, series en versión original. En esta ocasión es im-pres-cin-di-ble. Hay muchos chistes con juegos de palabras o con su sonoridad y para eso es necesario verla en inglés. Además el doblaje y la traducción en castellano deja mucho que desear.

19 julio 2008

Extravagancia en Bélgica

- Escondidos en Brujas - (Martin McDonagh, 2008)

Es curioso que las razones por las que hay que recomendar Escondidos en Brujas, son las que hacen que el film de Martin McDonagh no sea completamente redondo.

Quizá sea algo imposible ya que la película es una completa extravagancia, para lo bueno y lo malo. La historia podía haber caído en un montón de escenas o chistes baratos sobre asesinos a suelo. Vamos, las versiones baratas y cutres de Pulp Fiction que hemos sufrido desde el estreno de la obra de Tarantino. Pero Escondidos en Brujas no es así. Principalmente porque es una película bien escrita, especialmente unos estupendos diálogos. Eso si dichos por unos actores excelentes que, quizá, sean lo mejor de la película. A destacar un Colin Farell con una estupenda vis cómica (aunque su personaje es realmente trágico) y, como no, el gran Brendan Gleeson . El actor irlandés (incomprensiblemente desaprovechado en la industria del cine) vuelve a llenar la pantalla con una gran interpretación. También destaca esa gran belleza que es Cleménce Poésy .

La película, por cierto menos cómica de lo que apuntaba su estupendo tráiler , es pura extravagancia, una rareza que evita lo obvio. Y eso se agradece, pero también es verdad que, en ciertos momentos, la película debería calmarse algo. Coger un camino, ya sea el cómico, el dramático o trágico. Esa indefinición hace que Escondidos en Brujas tenga un estilo algo irregular y no se disfrute plenamente.

Y al final la ciudad de Brujas no acaba tan mal. Nos quedamos con la sensación de ser una ciudad de cuento de hadas. Y su papel en la película es crucial, sus monumentos, sus calles, sus edificios... Aunque el personaje de Ralph Fiennes encuentra el único inconveniente de la ciudad belga cuando dice: “El único inconveniente de Brujas es que está en Bélgica”.

. Elegante tragicomedia en Bélgica (Luisfer Romero Calero, Blog de cine)

. Una temporada en el infierno (Jordi Costa, El País)

17 julio 2008

Historia de cine: Enron, los tipos que estafaron a América. Los demonios que todavía manejan el mundo

El hundimiento de las empresas Martinsa-Fadesa y Spanair recuerda a la quiebra de Enron , la famosa megaempresa estadounidense que llegó a ser la de mayor valor en Estados Unidos en el 2001. El desplome de Enron fue uno de los hechos más traumáticos (a nivel económico y social) ocurridos en los últimos años en Estados Unidos. Para conocer más sobre este hecho, dramático y apasionante, Alex Gibney dirigió Enron: los tipos que estafaron a América . El documental no es un documental original, ni creativo. Simplemente porque no lo necesita. La historia es tan apasionante que Gibney no quiere aportar nada que despiste al espectador. Simplemente hechos y declaraciones que nos llevan por una montaña rusa. Sólo que esta montaña empieza arriba. Con unos protagonistas (Kenneth Lay, Jeffrey Skilling y Andrew Fastow, los mandamases de Enron) diabólicos cuya codicia hace que pasen por encima de cualquier ley moral y ética. Y por encima de las personas, en este caso de los trabajadores de Enron o la población de California. Pero la película de Gibney deja un mensaje terrorífico. Enron (y su millonario fraude) no hubiera existido sin el apoyo de grandes entidades bancarias (Citigroup, Deutsche Bank...) o poderes políticos (George W. Bush). Enron: los tipos que estafaron a América parece que habla de un hecho pasado pero no es así. Habla de la realidad más dura que tenemos. Los poderosos sin escrupulos que manjean a la población como marionetas. Un documental apasionante sobre personas sin conciencia y codiciosas que , desgraciadamente, aún manejan el mundo.
. Caso Enron (Monografías.com)

13 julio 2008

Música de cine: The Devil and Daniel Johnston. Diabólica genialidad


The Devil and Daniel Johnston es un documental sobre el cantante del mismo nombre. Daniel Johnston es uno de los artistas más creativos y originales de Estados Unidos y también uno de los más torturados y problemáticos. Un hombre que unia su pasión por los comics, The Beatles o Casper con unos problemas mentales que le impedían tener una carrera equilibrada. A eso se le sumaba su particular estilo musical, porque una canción de Johnston es inconfundible.

Y el documental tiene el acierto de dejar que Johnston hable por si mismo...sin apenas hablar a la cámara. Generalmente las películas o documentales que hablan de personas con enfermedades mentales caen en demagogias o trampas baratas. El director Jeff Feuerzeig emite muchísimas grabaciones caseras dejando que sintamos la locura que era estar en la cabeza de Johnston. Geniales y clarificadoras son las cintas que a modo de diario grababa el artista. Espeluznantes y reales. Un documental único para un artista único.

12 julio 2008

"El crítico vive entre el privilegio y la condena"

Al lado de la palabra polivalencia en un diccionario de sinónimos tendría que escribirse el nombre de Antonio Sempere . Crítico de cine en multitud de publicaciones como La Opinión de Murcia o Heraldo de Aragón , escritor, jurado en varios festivales de cine... Actualmente ha redescubierto la pasión por la docencia siendo profesor de crítica de cine en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Multitud de facetas con un denominador común: su pasión por el mundo del cine y la televisión.  

¿De dónde le viene su pasión por el cine? 

De muy niño. Yo soy de Villena y allí había cuatro cines abiertos con programa doble y cambiando entre semana la programación. Esto quiere decir que yo cada fin de semana tenía ocho largometrajes a mi disposición y si me sabía a poco todavía podía ir los miércoles y jueves para ir a ver otras ocho películas en carácter de reposición. Yo no sé como me las ingenie pero muy, muy pronto todavía estando en el instituto me convertí en crítico de cine de la cadena SER . En buena medida para poder entrar gratis al cine. El permitirme el lujo de poder ver todo facilitaba la labor el hecho de tener el acceso libre. Y mis pinitos los hice todavía en el instituto y teniendo mi programa semanal en Radio Villena SER.  

Como ha dicho usted es del pueblo de Villena ¿era complicado saciar sus inquietudes culturales allí?  

Sí. La respuesta clarísima es que cuesta desarrollar la vocación en unos lugares pequeños y en un alarde de sinceridad creo que no tenía que haberme detenido en Alicante. Fue un fallo. Yo debía haber saltado directamente de Villena a Madrid y luego siempre es hora de volver a casa y de volver a la capital, al epicentro cultural que en nuestro caso es Alicante. Pero hubiera sido muy importante para mí el paso por Madrid. Un paso largo y decidido que no hice en su momento y del que estoy bastante arrepentido.  

¿Y por qué entró en el mundo del cine a través de la faceta periodística como crítico y no como actor, director o guionista?  

Por querer compartir mi opinión con los demás. Para mí ser crítico, tener un espíritu critico lo defino como estar entre el privilegio y la condena. Es vivir continuamente como persona entre el privilegio de poder expresarte, de que tu opinión se escuche más que las de otros. Si yo tengo una columna diaria yo tengo un privilegio, una ventana en la que poder expresarme. Pero también ser así, tener ese espíritu crítico, ese impulso de poder expresarte es una condena porque tienes que estar en alerta permanente. Yo recuerdo ya desde adolescente que no disfrutaba de ciertas películas como podían hacerlo mis compañeros. No podía dejar la mente en blanco y disfrutar de ellas. Cómo es posible que ya de pequeño me fijará en los incumplimientos de los horarios de los programas de televisión, en el buen hacer de algunos presentadores o en el ritmo de algunos muchos programas si eran aburridos o no...más allá del mero entretenimiento. Me acuerdo que cuando estaba en casa de mi abuela viendo la televisión resulta que lo que para ella era un pasatiempo inocente para mí era algo más. Por eso yo acuño el lema de que el crítico vive entre el privilegio y la condena. Eso si siempre debe pesar el privilegio porque somos unos privilegiados. 

Todos los amantes del cine tienen una imagen de alguna película, algún actor clavado en la memoria, ¿cuál es la imagen de Antonio Sempere? 

Te voy a decir dos porque son muy coetáneas. Son West Side Story y Ben Hur . Yo tendría cinco años cuando vi ambas. Me llevó mi padre a verlas y yo creo que me marcaron para siempre. Cuando salen los rankings de películas favoritas me cuesta inclinarme por una y por otra porque me gustan muchísimo las dos, me parecen monumentales... Tuve la suerte de verlas en un buen cine como el Avenida de La Rambla. Entonces era un acontecimiento para los no residentes en la capital venir a Alicante a ver los estrenos en pantallas tan estupendas. Y mira que yo gozaba de un cine estupendo que hay que reivindicar como era el cine Imperial ¡que tenía casi dos mil butacas! Nunca la prensa provincial se ha dedica a analizar los locales de la provincia pero ese cine merecía más atención. Centrándome en tu pregunta el caso era que los cines no programaban simultáneamente los estrenos o reestrenos porque Ben Hur y West Side Story eran el primer reestreno cuando yo las vi. Llegaron a la capital pero no a provincias. Y me pareció muy acertado que mi padre me llevara a compartir dos tardes mágicas con estas dos obras maestras. Que a mi particularmente me insuflaron el amor a las bandas sonoras. Ya con Ben Hur se ve mi predisposición a atender a la música de cine porque la música de Miklos Rosza no es precisamente fácil. Ya mi padre se sorprendía que como era posible que un niño de cinco años se quedase con esa melodía y en los años siguientes la reconociese. Sería interesante hablar sobre hasta que punto estamos predispuestos a hacer ciertas cosas y donde está la vocación. Y porque unos nacemos con unas aficiones o a otras. Yo en esas dos tardes me vi muy abocado a dedicarme a lo que me dedico porque el Antonio niño se emocionó con el musical de Bernstein y con Ben Hur.

"Ben Hur y West Side Story me insuflaron el amor por las bandas sonoras"
 
No sólo hablando de las películas sino de cómo era el mundo del cine, ¿siente nostalgia de esa época?  
 
Yo siento nostalgia del cine del centro de la ciudad. El sistema de exhibición tal como está ahora es muy diferente a mi infancia y adolescencia. En el Alicante de cuando era estudiante estábamos rodeados de cines. Desde mi balcón yo veía las colas del cine Monumental y era un privilegio el ver las entradas y salidas de los espectadores. Era muy curioso y bonito ir por el centro de la ciudad viendo las carteleras recién puestas. Y un detalle que echo de menos es lo de poner el cartel del último día. Hasta principios de los ochenta quedaba muy claro que películas se exhibían el último día. Y era muy útil para los espectadores. Y llegó un momento que dejó de hacerse y muchos nos quedamos con la incertidumbre. Y los jueves no sabemos si la van a quitar o no. Son pequeños detalles pero como cinéfilo militante a mí me gustaba mucho lo de último día. Era como saber que tenías tu última oportunidad.  
 
Ha escrito libros, es crítico de cine, jurado, ¿hay algo que no haya hecho aún y le apetezca hacer?  
Dicen que soy muy televisivo. A mi me hubiera gustado hacer un programa como Lo más plus. Pero como me dicen que me parezco a Jordi González y él está donde está presentando sus realities, La Noria... pues no me da mucha envidia. He redescubierto la docencia, siempre he sido docente e intentado compaginarlo con el periodismo. Y por ahí voy bien, que me encuentro a gusto, que puedo compartir un bagaje, que los alumnos me ayudan mucho...Y no quiero parecerme tanto al Jordi González de hoy en día sino al Antonio Sempere que estás entrevistando.

07 julio 2008

Sin fronteras y La Navaja de Ockham triunfan en los I Premios Micrófono UMH



No hubo lugar para las sorpresas y se cumplieron las previsiones. Sin fronteras y La Navaja de Ockham triunfaron sin paliativos en los I Premios Micrófono UMH . El programa Sin fronteras, compuesto por Marisol Abellán, Xavi Martínez y Carmen Bailén, fue premiado como mejor programa de la Radio UMH . El espacio trataba temas de la Oficina de Movilidad de la Universidad (estudiantes Erasmus, convenios con universidades europeas...)

El otro premio estaba cantado. Los votantes quisieron premiar la originalidad de las cuñas publicitarias creados por los miembros del programa de ciencia de La Navaja de Ockham. Suyo fue el premio a la mejor cuña de promoción de programas. El programa estaba compuesto por Pedro Sempere, Rafael Ballester, Eloy Martínez y Rubén Ballestar.

Enhorabuena a los merecidos premiados.

05 julio 2008

La música según Julien Temple

-Joe Strummer: Vida y muerte de un cantante- (Julien Temple, 2007)

Julien Temple es un personaje clave en la fusión de la música y el cine. Sólo por ese magistral documental sobre los Sex Pistols, llamado La mugre y la furia . Siete años después de esa histórica película retoma las mismas constantes para hablarnos sobre la vida de otra leyenda surgida de esa misma epoca, el lider de The Clash , Joe Strummer . Y Joe Strummer:vida y muerte de un cantante tiene el sello de un documental de Temple. Ritmo, rapidez y muy buena música. Todo eso se consigue mediante imágenes de archivo, declaraciones, dibujos animados o escenas de películas (por ejemplo, If...) Es difícil no dejarte llevar por esta historia y más si adoras la música, la época... el problema es que en un film tan pasional o lo disfrutas a tope o sientes que falta algo. Por eso, la última parte de la película de Temple no tiene el ritmo o la pasión que tiene el metraje anterior. Quizá sea porque esa época, la de The Clash, es tan irrepetible que sólo nos gustaría ver un documental sobre esa parte de la vida de Strummer. Al final Temple sustituye emotividad por pasión y rabia. Cosa que tampoco está nada mal, ya que deja un final emocionante para un personaje irrepetible. Tirones de oreja: A Julien Temple, por apenas dedicarle tiempo al album de The Clash, London Calling (no olvidemos, uno de los mejores discos de la historia de la música) A los traductores (otra vez). El film se llama originalmente Joe Strummer: The Future Is Unwritten. Título bonito, épico y emotivo. La traducción española: Joe Strummer: vida y muerte de un cantante