27 junio 2008

Cine sin complejos

- Los Cronocrímenes- (Nacho Vigalondo, 2008)

Es habitual, cuando se quiere opinar negativamente de una película, decir la frase que “esta historia es como un cortometraje alargado” o “bebe demasiado del cortometraje”. Quien utilice estas frases recomiendo que no vaya a ver Los Cronocrímenes . Eso si, quien quiera disfrutar con un cine libre y entretenido que vaya a ver la película de Nacho Vigalondo .

Porque eso es Los Cronocrímenes, cine sin complejos, ni más ni menos. La historia bebe de muchas fuentes: la ciencia ficción, la serie b.... sin ataduras coge estos referentes y los hace propios. Vigalondo toma toda la libertad e imagineria de la que disfrutaba en sus estupendos cortometrajes (7:35 de la mañana ...) y la lleva a un largo. Con un par.

Y si te dejas llevar por la historia disfrutas con las idas y venidas, los viajes en el tiempo, los diferentes (pero el mismo, claro) Karra Elejalde. Es verdad que para jugar con Los Cronocrímenes hay que estar dispuesto a correr riesgos y a perdonar errores. Y muchos espectadores no querran hacerlo. Pero yo he jugado y me lo he pasado de bien...

Por ultimo destacar que Los Cronocrímenes nos da otra oportunidad de disfrutar de una de las más grandes actrices jóvenes de este país. Nuesta querida Bárbara Goenaga.

25 junio 2008

Joyas a reivindicar: El imperio del fuego. Un cuento moderno de dragones y personas

Siempre tuve curiosidad por El Imperio del Fuego . Por varias razones: . Seguir descubriendo a ese gran actor que es Christian Bale y cuya interpretación en American Psycho me sigue fascinando día a día. 
 
Rob Bowman, director de algunos de los mejores episodios de Expediente X, nos había decepcionado ligeramente en la translación de la serie a la pantalla grande. Al final le quedo más sosa de lo que hubiéramos deseado. Siempre hay que confiar en las segundas oportunidades y El imperio del fuego tenía buen material de redención. . El argumento. El imperio del fuego es un cuento moderno. ¿Dragones en el siglo XXI? Si señores, pero no bondadosos como algunos relatos antiguos. Violentos, sangrientos y destructores. En el siglo donde estamos no caben romances, ni princesas aunque si caballeros andantes (como es en este caso Bale) Y todos los elementos nombrados anteriormente se acoplan a la perfección. Porque El imperio del fuego funciona como un reloj. No es un clásico (ni lo pretende) pero logra en una hora y cuarenta (otra película USA que no se alarga innecesariamente...¡gracias!) narrar todo lo que tiene contar con una eficacia muy meritoria. Bowman se aleja del videoclip made in Michael Bay para con un estilo más europeo, más de cuento gótico sumergirnos en una historia de fantasía. Una imaginería oscura, retorcida y horrenda. A destacar aquí la fotografía espectacular de Adrian Biddle (V de Vendetta, La momia...) que es quizá el motor de la historia, lo que concede a El imperio del fuego un aire especial y decadente.
 
Esta película de acción es un reflejo del mundo británico-europeo y el universo estadounidense. Los europeos se reflejan aquí como una sociedad pasiva y reflexiva (que refleja Christian Bale) frente a los caracteres belicosos y excesivos de los estadounidense (que refleja, bastante bien por cierto, Matthew McConaughey). Porque aquí los dragones son una trama secundaria. Bowman se luce más en las escenas donde las personas tienen más importantcia en la historia. El imperio del fuego se interesa más por como la raza humana sobrevive en situaciones extremas que quienes han provocado esa situación. Eso sumado a la sobriedad y el buen gusto con que está rodada la película hace que enseguida empatices con ella. Reitero, El imperio del fuego no es un clásico. Pero si deberia ser una película modelo para Hollywood. Si se invierte dinero en efectos especiales o grandes decorados mejor hacerlo en historias bien realizadas y con imaginación. Como El imperio del fuego.

17 junio 2008

Finales de cine: Adiós, pequeña, adiós. Perdone, ¿cuál es el camino correcto?

 
 
Hay que hacer lo correcto. Esa es la frase que siempre nos han dicho nuestros padres cuando éramos niños (o eso me gustaría pensar). Pero, ¿qué es lo correcto? No matar, no robar, no hacer daño a los demás...en resumen hacer el bien. Pero haciendo el bien no se puede estar dañando a alguien.

Esa es la idea que nos deja Adiós, pequeña, adiós el estupendo thriller que dirigió Ben Affleck. La recta final de la película de Affleck nos deja unas dudas morales y éticas que muchas veces el cine no se atreve a plantear. O hacemos un final happy end (estilo Hollywood) o un final amargo (estilo director de cine independiente / intelectual). Pero Adiós, pequeña, adiós no plantea ningún camino en su final. La vida no es tan fácil. Quizá todos hubiéramos dejado a la pequeña Amanda (Madeline O’Brian) con el capitán Jack Doyle (Morgan Freeman). Pero los amantes de la ley y la justicia considerarían que esa decisión toleraría el secuestro. ¿Y dónde está el malo en la película? Podemos decir que Patrick Kenzie (Casey Affleck) condena a esa niña a una vida sin futuro.Pero, en realidad, la está rescatando...

Esto nos debería sonar. Adiós, pequeña, adiós está basado en una novela de Denis Lehane autor de Mystic River . Quien viera la película de Eastwood comprobará la relación con la obra de Affleck. Mystic River también tiene un final agridulce, extraño y amargo...

La parte final de Adiós, pequeña, adiós nos tortura planteándonos una realidad. Generalmente la vida no tiene una guía establecida. Sabremos si hemos actuado bien repasando nuestra conciencia. Pero, ¿y si no nos dice nada? La de Patrick Kenzie creo que no le dara tregua.

Dos escenas dentro de ese final de cine de Adiós, pequeña, adiós. Una visual. Las luces de los coches de policía llegando a la casa de Jack Doyle y en un primer plano los personajes de Patrick Kenzie y Angie Gennaro (Michelle Monaghan) sin mirarse. Y uno que no es visual pero si emocional y que podéis ver en el video que he colgado. Kenzie viendo la televisión junto con Amanda. Quizá la conciencia de Kenzie le haya mandado una misión. Proteger a Amanda para que no esté condenada a una vida de miseria.

13 junio 2008

Opiniones de cine: Zodiac, una obra maestra sobre el periodismo


El argumento de Zodiac puede confundir. Narra la historia de un asesino en serie que aterrorizó la zona de San Francisco entre los años 1966 y 1978. Después de cometer los crímenes enviaba cartas al periódico San Francisco Chronicle explicándolos. Firmaba con el sobrenombre de Zodiac. La Warner Bros.se frotaba las manos al ver el argumento. Una historia con asesinatos y sangre, una película para reventar taquillas. Fincher, uno de los grandes genios del cine actual, les paró los pies diciendo: “Esta va a ser una película más sobre periodismo que sobre un asesino”. Y eso hizo.
 
El protagonismo de Zodiac no lo tiene un asesino sino la gente que intentó descrubir quien era. Un prestigioso policia (David Toschi), un periodista del San Francisco Chronicle (Paul Avery) y, en especial, el caricaturista del mismo periódico (Robert Graysmith). Este no es una película sobre periodistas pero si sobre periodismo. En especial sobre una investigación periodística. La redacción del San Francisco Chronicle aparece mucho tiempo pero no es lo principal del film. Lo importante es la relacion de la noticia (el asesino en serie y su identidad) con los protagonistas (Toschi, Avery y Graysmith). Estos tres personajes siguen pistas falsas, caminos equivocados, hablan con multitud de personas donde la mayoría no aporta ningún dato fiable… en resumen indagan y buscan para muchas veces encontrar el vacío. ¿Cuántos periodistas se han matado por un reportaje o una noticia para no llegar a nada? ¿O para que su director diga “esto no interesa” aunque se haya pasado horas sin dormir por haber conseguido una misera información?
 
Zodiac en su apariencia de thriller (que no es un thriller), de película “típica de asesino en serie” (que no es la típica película de asesino en serie) habla de algo más. Coge la estética de las películas norteamericanas de los 70, de la (sobrevalorada) “Todos los hombres del presidente” para en un estética hiperrealista hablar sobre la búsqueda de la verdad y las dificultades para encontrarla. Lo que es el periodismo.
 
El excelente crítico cinematográfico Jordi Costa en Fotogramas daba dos apuntes interesantes de Zodiac.:
- “El film habla de la frustrante búsqueda de sentido en los albores de la era de la sobreinformacion”.
- “En Zodiac interesan la labor de unos peones minúsculos abriéndose paso en una jungla de datos que quizás no esconda ningún tesoro en su centro”
 
Quizá sea eso el periodismo. Unos peones (periodistas) que buscan un tesoro muchas veces inexistente. Incluso dejando parte de su alma en la búsqueda, como hacen los protagonistas de la película.
Zodiac es una película de perdedores sobre el periodismo, la derrota, la obsesión, la decepción y, sobre todo, la búsqueda de algo que desconocemos pero sin la seguridad de que llegaremos a saberlo. Un clásico desde ya.
 
Y la película, como no podía ser de otra manera, acaba con la inquietante canción de Donovan, Hurdy Gurdy Man. Un gran broche final para una película magistral.

10 junio 2008

Música de cine: BSO "Hacia rutas salvajes". El rock montañoso y emocional de Eddie Vedder

Para narrar la huida hacia delante de Emile Hirsch en Hacia rutas salvajes , Sean Penn comprendió que no podía acompañar la película de una banda sonora común. Por eso encargó la música del film a Eddie Vedder . Siempre interesante y siempre irregular (como Pearl Jam) comprendió la jugada de Penn. Vedder decidió sacar su voz profundamente norteamerica para narrar esos paisajes que desfilan durante Hacia Rutas Salvajes. El disco además puede funcionar como un perfecto disco de rock independientemente de verlo con la película. Ya sabéis si vais conduciendo por un paraje lleno de montañas poned en el cd de vuestro coche este Into the wild de Eddie Vedder. Por cierto, a pesar de ser una de las favoritas incompresiblemente ni siquiera fue nominada al Oscar a la mejor canción original. Disney ganó al rock montañoso de Vedder.