30 noviembre 2009

Joyas a reivindicar: Están vivos. Conciencia social carpenteriana

¿El cine de Ken Loach o Fernando León se acerca realmente a la vida de los obreros, los parados o desclasados? Hay corrientes creen que este cine social (también depende de qué películas hablamos) tiene ciertas dosis de demagogia e irrealidad que le alejan de cualquier tipo de posible realismo. A veces intentar acercarte los que más sufren te aleja de ellos puesto que la realidad es prácticamente imposible de fotografiar. En otro orden de cosas tenemos un genero que siendo la antitesis de lo creíble y real, muchas veces, consigue que palpemos cómo siente de verdad el género humano. Me refiero al cine fantástico, refugio de unas libertades que no tienen otros tipos de cine. En 1988 John Carpenter con Están Vivos se dispuso a estrenar lo que se podría considerar una gracieta (como son consideradas algunas de sus películas). Una película de alienígenas o zombies, otra más. El quid de la cuestión es que Carpenter se puso el mono de Ken Loach y queriendo (como persona inteligente social) realizó una impactante y acertada metáfora social. En realidad algo más allá que una metáfora, una visión de lo que debería ser la conciencia de clase norteamericana. Porque los “extraterrestres” tardan en aparecer. La práctica totalidad de la primera parte del film habla sobre las circunstancias terribles en las que viven la clase baja-media en Norteamérica. Bajo la excusa de la crisis (sí amigos, no sólo en estos tiempos hay crisis) las empresas fagocitan a sus trabajadores arrojándoles a la calle con nada. Eso sí es puro realismo.
 
  
 
Pero la parte fantástica no se queda atrás. Los extraterrestres son invasores que llevan años ocultos entre nosotros. Son los ricos, los poderosos, la clase alta que nos dominan y nos duermen impidiéndonos rebelarnos contra la situación (de miseria) que nos hacen llevar. Y sólo podemos ver su verdadero rostro (decrepito y horroroso) con unas gafas de sol especiales. En realidad Carpenter dice que más allá de la película esos extraterrestres viven entre nosotros. Igual que en el film nos dominan, nos obligan a consumir, a ver (mala) televisión, a seguir dormidos... El claro problema es que no llevamos gafas para ver sus verdaderos rostros. O quizá que no queremos verlos. Que no nos interesa usar esas gafas imaginarias porque estamos mejor dormidos y subyugados. En resumen, todo un puñetazo carpenteriano a nuestra realidad.

26 noviembre 2009

/ VR20 / Cine y cómics

Hablar sobre la peculiar relación que han tenido y tienen el cine y los cómics es harto complicado. Pero como todo en la vida si estás bien acompañado todo es más fácil. Para este último programa de Vivir Rodando hicimos un viaje de media hora sobre el binomio fascinante que forman el cine y los cómics con la mejor compañía posible, nuestro superhéroe favorito, Fernando Miró. El profesor de la UMH y mente pensante del imprescindible programa ¿Qué puedo hacer? nos lleva por un programa de celuloide y viñetas donde aparecerán nombres como Alan Moore, Frank Miller o M.Night Shyamalan. Toda una aventura fascinante que te invito a escuchar.

Si quieres escuchar o descargar el programa pincha en:

12 noviembre 2009

/ VR19 / John Ford

El hombre que mató a Liberty Valance habla sobre la creación de un falso mito. Jordi Costa intenta dar una visión realista de un mito hinchado, según él, como Alejandro Amenábar a través de su cómic Mis problemas con Amenábar. Miguel Carvajal habla de un mito que no merece discusión como John Ford. De eso hablamos en el último Vivir Rodando, de mitos y leyendas.

Si queréis escuchar o descargar el programa pinchad en:

. Programa Vivir Rodando 12 Noviembre 09

02 noviembre 2009

Elogio de un todoterreno



Ante el fallecimiento de su padre, el hijo de José Luis López Vázquez respondía a la pregunta de cómo le gustaría ser recordado a su padre de esta manera: “Con cariño que le ha profesado la gente cuando estaba vivo”. Esa sería la frase que se utiliza con muchos de los actores más populares muertos. Con una simple diferencia. Con José Luis López Vázquez ese cariño era real.

Porque a todo el mundo le gustaba imitar su “señorita” que espetaba a la gran Gracita Morales. Porque fue un cómico genial que supo llegar al pueblo a base de tics y gestos geniales que bordeaban la línea de la sobreactuación pero nunca la superaba. Hizo películas realmente populares, trabajó con un fenómeno de masas como Paco Martínez Soria e hizo el cine del que muchos se avergonzarían con cierta edad. Pero él no. Porque sus personajes tenían que ver con nosotros, con la gente de verdad. Y sin esa vergüenza supo trabajar con Carlos Saura, hacer Mi querida señorita, vivir en el caos berlanguiano de los Leguineche, poner su talento cómico a una pequeña gran obra como Atraco a las tres... Hacer de todo y todo bien. Sin pedanterías, ni intelectualidades sobrantes. Su carrera es envidiable porque simple y llanamente lo hizo todo. Y lo más difícil, de manera sobresaliente. Nunca se sabrá si era el mejor pero lo que si sabemos es que era historia. Un auténtico todoterreno.

. El gran versátil (Diego Galán, El País)