14 junio 2014

/ VR66 / Cineclub Luis Buñuel de Elche


En tiempos difíciles la cultura siempre es el blanco fácil. Para gobiernos y empresarios sin visión el cine, los libros, la música o la educación es siempre lo primero de lo qque se puede prescindir. Por eso es admirable que en 2014 el Cineclub Luis Buñuel de Elche cumpla 40 años de existencia. Mientras los cines de la provincia de Alicante (y de toda España) caen como moscas el Luis Buñuel sigue al pie del cañón ofreciendo a sus socios ver películas diferentes y en buenas condiciones. Por ello el programa 66 de Vivir Rodando trata sobre el 40 aniversario del Cineclub Luis Buñuel de Elche. Para ello nos acompaña uno de sus miembros, José Francisco Cámara Sempere (@_josecamara_), que no sólo hablará sobre el Cineclub Luis Buñuel (@cineclub_elche) sino sobre otros temas como estado de la cultura en la ciudad de Elche o como ve el estado del cine español. Además hablaremos sobre su libro El cinema a Elx. Apunts per a la seua historia, prologado por el crítico y periodista Vicente Molina Foix, recopilación de columnas escritas para el diario Información donde habla sobre cine, arquitectura o el Misteri d’Elx. El libro se puede comprar en las librerías Ali i Truc (Elche), 80 mundos (Alicante) o buscar información en la web de la Catedrá Pedro Ibarra. Con el programa 66 finaliza la séptima temporada de Vivir Rodando que ha tratado temas como la última edición de los Premios Oscar, Chema García Ibarra y su película Uranes, la pasada edición del Festival de Sitges, discos cinematográficos y películas como Pacific Rim, District 9, Elysium y La tumba de Bruce Lee. Agradecer a Ángeles Gómez (@FeedbackCiencia), Nacho Gonzalo (@LoQueYoTeDiga), Canódromo Abandonado (@Canodrama), José Francisco Cámara Sempere (@_josecamara_), Pablo Vergel (@paolo2000), Rafa Simons (@flintastico), Chema García Ibarra (@Hangthedj) y José Carlos Lledó (@VivesLledo) por su participación en esta séptima (y esperemos que no última) temporada.

Para escuchar o descargar el programa pincha en: Ivoox | iTunes

13 junio 2014

Noche inmortal



 Sólo los amantes sobreviven
(Only Lovers Left Alive)

Una película de Jim Jarmusch | Reino Unido | 123 minutos



Todos los grandes eventos cinematográficos tienen un lado injusto y casi cruel. Hace un par de años el Festival de Cannes encumbró a películas como La vida de Adéle, A propósito de Llewyn Davis o Nebraska. En cambio otras fueron ignoradas cuando no despreciadas. La proyección de Sólo los amantes sobreviven de Jim Jarmusch fue objeto por parte de la prensa especializada de una indiferencia general e incluso de alguna crítica furibunda. Sólo algunos como Alejandro G. Calvo avisaban de que esta película vampírica del cineasta de Akron era algo especial y, sobre todo, hermoso. Como era de esperar Ángel Sala trajo Solo los amantes sobreviven para la edición número 46 del Festival de Sitges, un lugar donde los vampiros jarmuschianos podían ser mejor recibidos. Aunque estaba dentro de la sección oficial e iba ser proyectada en el Auditori Sólo los amantes sobreviven había ciertas dudas respecto a la cinta de Jim Jarmusch. A veces el peso de Cannes puede ser insoportable. Y ocurrió algo inesperado y es que esa película que hablaba del amor inmortal enamoró sin condiciones a buena parte de la prensa y publico que había en Sitges. A pesar de los elogios encendidos que recibió la película de Jim Jarmusch no se llevó el premio a la mejor película que fue para Borgman y se tuvo que conformar con el premio especial del jurado. No importó porque con o sin premio la película ya había calado hondo.

Sólo los amantes sobreviven narra la historia de amor de unos vampiros mantenida a través de los siglos en dos escenarios que a priori no tienen nada que ver: Detroit y Tánger. Eso sí, se convierten en ciudades hermanas cuando Jarmusch las muestra en la oscuridad de la noche. Una (Detroit) se convierte en el reflejo de lo que es la ciudad actualmente, un cementerio donde parece que los protagonistas sean los únicos supervivientes de un holocausto. Detroit en manos de Jarmusch se convierte en una ciudad muerta, decrepita pero sin perder el tono hermoso que tiene toda la película. La otra (Tánger) al contrario respira misterio pero con un tono ligeramente más vital. Eso sí, los dos escenarios contribuyen al tono noctámbulo y de sueño ligero que tiene Sólo los amantes sobreviven y que es clave en la película. Porque se podría decir que Jarmusch ha rodado una película de zombies sólo que en este caso los muertos vivientes no se alimentan de cerebros sino de amor, libros y música. Mucha música. Sólo los amantes sobreviven es casi una película musical. Su poderoso inicio con la cámara girando como un vinilo en el tocadiscos ya es una señal. No sólo porque el personaje de Tom Hiddleston sea músico sino que ella se cuela en conversaciones (Jack White, Motown, Detroit...) o incluso modifica actitudes de los protagonistas. Es obvio que cualquier amante de la música debería emocionarse con una película tan musical de Jarmusch como podría serlo Year of the horse. Pero por mucho que el decorado sea tan vital como la capacidad de Jarmusch de crear escenas arrebatadoramente hermosas todo no sería lo mismo sin dos nombres: Tom Hiddleston y Tilda Swinton.
Sólo los amantes sobreviven además ser una película hermosamente nooctámbula nos regala una pareja para la historia del cine formada por Tom Hiddleston y Tilda Swinton

Pocas veces se ha visto (por lo menos los últimos años) una química tan poderosa como la que muestran Hiddleston y Swinton en Sólo los amantes sobreviven. La pareja da una lección de cómo mostrar amor, erotismo, complicidad, ironía y sentido del humor. Humor es una palabra clave para Sólo los amantes sobreviven. Quien espere que Jarmusch haya hecho una película quejosa y pedante se va a llevar una sorpresa. Porque estamos ante una película profunda pero no grave que establece una inmediata empatía con el espectador. Las replicas entre Tom Hiddleston y Tilda Swinton y la divertida aparición cuñadil de Mia Wasikowska hacen que Sólo los amantes sobreviven sea bastante más que una postal sino un espectáculo humano. Y los amantes del cine de género se preguntaran: ¿y qué pasa con los vampiros? ¿Es Sólo los amantes sobreviven una película de género o una estafa? Para ellos (y para todos) Jim Jarsmuch finaliza la película con un grandioso plano final que reivindica a Sólo los amantes sobreviven como cine de género. Para finalizar quiero robarle a Jordi Sánchez Navarro las palabras que le dedicó a la película en su valoración en Letterboxd: "Lo Bello. Lo más bello, diria yo".




● El extraño amor vampírico (Jordi Costa | El País)

Una obra mayor y desengañada que no renuncia ni al humor, ni al amor

● Crepúsculo  (David G. Natal | Número Cero)

Hay  también dos grandes actores, lo que desde luego no hay es esa verdad dolorosa que proyectaban trabajos como ‘Noche en la tierra’, ‘Ghost Dog’  o la más reciente ‘Flores rotas’

● Tom Hiddleston y Tilda Swinton bailan sobre océanos de tiempo (Daniel de Partearroyo | Cinemanía)

El duodécimo largometraje de Jim Jarmusch confirma que no ve temáticas imposibles de adaptar a su particular concepción de la narración y el tempo cinematográficos, aquí un romance gótico cuyos elementos sobrenaturales son mucho menos importantes que las reflexiones que propician