Parece ficción pero es real. Hemos perdido a uno de los actores y cineastas españoles más prolíficos e internacionales de la historia. Con cerca de 200 películas, Aldo Sambrell y buena parte de sus vivencias pasan al olvido dentro de la memoria histórica del cine. Es uno de los últimos actores que ha formado parte de la gestación de la gran industria del cine. Es una lástima que la frivolidad de este mundillo, vivir en un mundo de constantes cambios y grandes olvidos, el hacer cine de género y su sencilla vida cotidiana le dejen fuera de un merecido homenaje como mínimo a nivel nacional, si es que se sabe que este actor era español.
Con él me quedo con su camaradería, su alegría y buen humor hasta en los peores momentos: “Llamadme ahora porque si no la cosa va a estar chunga (entre risas)”, su perseverancia e ingenio, tan solo quería rodar; no le importaba lo que fuera y con quien fuera. Nada tenía que ver con su carácter de tipo duro y violento que dio vida en la gran pantalla.
Miguel Herrero y Aldo Sambrell en el II Festival Internacional de Cine de Sax
El mejor rezo para él sería ver una de sus películas: clásicos del western como la “Trilogía del dólar” y Hasta que llegó su hora de Sergio Leone con Clint Eastwood o Joe, el implacable de Corbucci, del cine histórico como Marco Antonio y Cleopatra de Charlton Heston, del cine fantástico como El fantástico viaje de Simbad de Harryhausen o del de aventuras como La isla del tesoro con Orson Welles o El viento y el león de John Milius. Trabajó con los mejores. Tantos que aquí no caben.
Tenía tres pasiones: el cine, su mujer y el fútbol. Pese a su relación de amor odio al cine, Cándida y su Fútbol le han dado todas las alegrías del mundo. Descansa paz y nos vemos en el cine.
* El actor Aldo Sambrell falleció en Alicante el pasado 10 de julio. Miguel Herrero es director del Festival Internacional de Cine de Sax (FICS) y cineasta
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