05 enero 2009

Joyas a reivindicar: La ciencia del sueño. El alma del creador



Cuando un director destaca por su potente visión artística o visual se suele caer en el tópico de acusarle de ser superficial o un “esteta”. Y generalmente lo que se hace es caer un error. Hay directores cuya forma de expresarse se basa en el poderío de sus imágenes y con ellas logran transmitir ideas o sentimientos, igual o mejor que cualquier guión. Eso es lo que hizo el gran Michel Gondry con esa pequeña gran maravilla llamada, La ciencia del sueño.

No se podía superar ¡Olvídate de mi!. Allí estaba todo el mundo visual de Gondry acompañado de un excepcional guión de su colega Charlie Kaufman. La película recibió todo tipo de merecidas ovaciones y ha quedado como un clásico contemporáneo. La única manera de no quedarse en el director de una sola película era no intentando superar ¡Olvídate de mi!. Por eso realizó La ciencia del sueño. En un principio la película no debería tener nada. Típica historia de un chico que se enamora de una chica que pasa de él. Y además en París. Nada nuevo bajo el sol. Pero es precisamente sencillez (se nota que no está Kaufman en la historia) la que hace que sea una película completamente personal e intransferible. Una historia que es un trozo del alma de Gondry.

Las piruetas visuales de La ciencia del sueño no buscan el espectáculo gratuito. En realidad parecen obras hechas por un joven adolescente creativa. Eso si un joven genio. Por eso muchas de ellas parecen hechas con plastilina o a mano. Representan el espíritu extraño, creativo y loco del personaje que hace Gael Garcia Bernal que no sabe distinguir entre la realidad y los sueños. Un personaje que represente al propio Gondry que ha tenido que hacer cine para poder diferenciar esos dos mundos. Porque La ciencia del sueño es pura emoción y alma. La emoción del amor que siente Bernal por Charlotte Gainsbourg, la de la creación artística y la de los sueños, que generalmente son más satisfactorios que la realidad.

Bajo su apariencia de película menor La ciencia del sueño contiene pura emoción y creatividad. Sabe emocionar sin decir nada. Simplemente enseñando de que están hechos los sueños. Además la película tiene otra lectura. Si tu vecina es alguien tan fascinante como es Charlotte Gainsbourg te toca perder la cabeza por ella. Si no, es que a lo mejor no tienes alma.

2 comentarios:

Ariel Luque dijo...

Este film de Gondry no ha sido de mi agrado, Olvidate de mí (aca en Arg. se llamo Eterno resplandor de una mente sin recuerdos) es una gran obra! La nueva de Gondry aun no la he visto, espero tener la oportunidad!. Un abrazo grande!

Ariel.

Anónimo dijo...

Esperamos que Vivir Rodando nos siga manteniendo al tanto del cine que merece la pena, y del que a veces no se habla en los medios. ¡Nos aguarda un gran 2009!