Puede ser realmente descorazonador darle un vistazo a la filmografía reciente de Diane Keaton. Películas como Locas por el dinero, La madre de él o Porque lo digo yo logran que se te salte una lagrima, no por malas o buenas sino por ver a Keaton hacer el ridículo con unas sobreactuaciones ridículas. Y además representar a un arquetipo de mujer antigua, chillona y estúpida. Por eso ahora que la Keaton pasa por momentos difíciles en cuanto a “calidad cinematográfica” se refiere no se debe olvidar que ella fue el ejemplo de la mujer moderna y cosmopolita. Ella fue Annie Hall.
Aunque las comedias puras de la primera época de Woody Allen (Toma el dinero y corre, El dormilón, Bananas…) son muy, muy graciosas, el genio se dio cuenta que necesitaba dar un paso más. Contar historias que, como la vida en si mismo, podían ser divertidas o dramaticas pero abandonar el sketch por el sketch. Para esta primera aventura dramático/comica decidió hablar sobre sus temas de siempre (amor, sexo…) pero dándole un nombre de mujer. Y no uno cualquiera, la mujer alleniana por excelencia.
Annie Hall es inteligente, moderna y viste de una forma peculiar. A simple vista es todo lo cool que uno puedo esperar de una mujer neoyorquina. Pero también es neurótica, absurda e insoportable. Puro neurotismo femenino alleniano. Para lograr que un personaje así no saltara por los aires Allen necesitba a su alter ego, Diane Keaton, el Allen femenino. Keaton utiliza una perfecta mezcla de comedia y drama para realizar un personaje que marca tanto. Es encantadora, comica pero sabe como ponerse imposible. La queremos y la odiamos. Sin saberlo (o sí) Woody Allen definió a la mujer moderna y actual. Alguien que rompre esquemas, que no le importa vestir como le de la gana pero también alguien neurótico y especial. Una modernidad femenina adelantada a cualquier tiempo, porque a su manera Annie Hall es una especie de heroína.
La modernidad de Annie Hall la llevo la propia Diane Keaton durante (casi) toda su carrera. Ella es esa mujer que viste como un hombre, cultivada, neurótica, bohemia, que hace lo que le da la gana cuando le da la gana. Y por eso todos nos enamoramos de ella. De ese binomio perfecto que eran y son Diane Keaton / Annie Hall.
3 comentarios:
Hola, recien paso por tu blog y el articulo sobre Diane Keaton realmente me ha llenado de nostalgia. Realmente, yo he preferido no ver las ultimas peliculas de Keaton para no llegar a la conclusion que tu llegas en tu escrito. Me acuerdo que cuando vi Annie Hall, me enamore de esa mujer con sombrero, que enamoro a un nombre aun mas excentrico que ella misma, a pesar que tenia 12 años creo jajajajaja. Despues de ello, comence a averiguar su filmografia junto a Allen, quienes son para mi la pareja de oro de Hollywood, incluso sobre Hepburn y Tracy. Su dinamica es realmente exquisita. Espero Allen recuerde a Keaton con la misma añoranza que yo tengo ahora mismo y la agregue a su proxima pelicula. Me da la impresion que Patricia Clarkson esta tomando el lugar que en algun tomo Keaton (y Mia Farrow, de quien espero hables en un proximo post).
Bueno, prometo revisar tu blog mas seguido. Saludos desde Peru.
Vengo via Rockland y me ha encantado el Blogg,enhorabuena,pasaros por el mio cuando podais.
Saludos
Buenísimo el papel de Keaton en Annie Hall, aunque si tuviera que quedarme con uno, quizá habría elegido otra peli algo anterior: Sueños de Seductor. Para mí, la comedia perfecta.
Por cierto, ahora que salió el tema de Woody Allen, es una lástima que este cineasta haya bajado tantos enteros en cuanto a calidad cinematográfica se refiere. Cada vez tengo menos esperanza en que pueda llegar a emocionarme como antaño. En fin, ya veremos...
Saludos! ;-)
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