09 marzo 2010

Opiniones de cine: Segundo de Chomón, el español pionero del stop motion, por Virginia Mendoza



Mi aversión a las fronteras me lleva a considerarme ciudadana del mundo, y a alejarme de todo patriotismo que conduce a poco más que al odio de lo que permanece fuera. Pero cuando algo que me apasiona ha nacido cerca de mí, no puedo evitar que me alegre sobremanera. Me fascinan las películas de Tim Burton, ese genio vivo de la animación stop motion, pero que uno de sus padres artísiticos sea de Teruel, es algo que me asombra y alegra a partes iguales.

Segundo de Chomón fue el primer cineasta en emplear esta técnica en su película Eclipse de sol en 1905, que perfeccionaría en El hotel eléctrico, una verdadera joya que data de 1908. Chomón también empleó la pixelación en este cortometraje, una variante del stop motion específica para personas y animales. A pesar de sus aportaciones, Segundo de Chomón sigue siendo un gran desconocido. En el blog Puppets and Clay encontraréis una completa biografía de este prolífico cineasta que sería inútil repetir aquí.

Antes de crear confusión: no estoy hablando concretamente de los primeros dibujos animados (cuyo honor pertenece a Humorous phases of funny faces, del caricaturista James Stuart Blackton); ni del primer largometraje de dibujos animados (El Apóstol, de Quirino Cristiani) ni mucho menos el primer largometraje de animación sonoro (Blancanieves y los siete enanitos, de Disney); sino de stop motion puro y duro, es decir, la primera película hecha fotograma a fotograma mediante el paso a manivela.

El paso a manivela o stop motion se basa en conseguir el movimiento de objetos inanimados mediante la sucesión de imágenes fijas, fotografiando todas sus alteraciones para reproducirlas de manera que se cree sensación de movimiento.

La paternidad de esta técnica sigue siendo motivo de disputa entre Francia, España y Estados Unidos. Si fue Georges Mèlies, Segundo de Chomón o James Stuart Blackton, es algo que quizá no llegaremos a saber, pues la escasa documentación (a veces tergiversada) y la desaparición de muchas cintas de la época impiden decantarse por uno u otro a ciencia cierta. Pero, ¿de qué sirve discutir quién fue el primero si podemos disfrutar de la grandeza de estos tres referentes de la animación?

Viaje a la luna, de Georges Mèlies (1902):




El hotel eléctrico, de Segundo de Chomón (1905):



Humorous phases of funny faces, de James Stuart Blackton (1906):



* Virginia Mendoza es periodista y autora de los blogs Crear en tiempos de crisis y Crisis de claridad

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