Daniel Stamm juega en El último exorcismo con el recurso de utilizar el estilo de falso documental para narrar esta historia de posesiones, exorcismo y terror. Y uno tiende a cogerle manía (en principio) a una película que se ha apuntado a esa moda que resulta un poco cansina. Por suerte El último exorcismo tiene elementos suficientemente interesantes como para cogerle cariño a una película hecha con bastante mimo y con un acertado sentido del ritmo. El principal elemento positivo es saber dotar de profundidad a su personaje protagonista, ese timador charlatán magníficamente protagonizado por el actor Patrick Fabian. El film logra que muchas veces que el efectismo de su trama inicial (la posesión de una eficaz Ashley Bell) quede en segundo plano para conferirle protagonismo a la historia del predicador y como se mueve en un mundo tan hostil como es el de la América profunda. Eso salva a El último exorcismo de caer en el olvido nada más acabar de verla.
No hay muchas sorpresas con el resto de El último exorcismo. Posesiones realizadas con bastante credibilidad, ambigüedad en su historia, alguna trampa innecesaria y un final más previsible que impactante. Pero todo con la sensación de película de terror pequeña y cercana que se ve con bastante agrado a pesar de ciertos lugares comunes y el empleo del falso documental. La culpa es de tener un director con pinta de artesano que ama el oficio y un protagonista carismático que logra darle otra dimensión al film.
. Bienvenidos al infierno americano (Jesús Palacios, Cine 365)
A pesar de que ya estamos hartos de cámaras en mano, de equipos de rodaje que perecen convertidos en protagonistas/víctimas de su propia película, de envoltorios seudo-documentales, que pretenden y raramente consiguen actualizar las viejas fórmulas del cine mondo y del shockumentary de toda la vida, El último exorcismo resulta una experiencia inteligente, ingeniosa y, más aún, genuinamente escalofriante en ocasiones
. Una visita al lado oscuro de la piedad (Nando Salvá, Cinemanía)
Si El último exorcismo funciona es ante todo por su rechazo a construir suspense a partir de sustos baratos, optando en cambio por una serie de imágenes bizarras, resultantes muchas veces de una cámara fuera de posición, o desenfocada, o alejada de la acción
. El exorcismo sin fin (Gloria Ana Diez, Escribiendo cine)
Lo esencial aquí es que el estilo documental no busca generar el terror en el espectador mediante su inclusión en la realidad de la historia, sino desarrollar la trama de un modo más intimista para permitirle que ingrese a la psicología del personaje
1 comentario:
A mi el genero me dejo de gustar desde que se torno repetitivo y sumamente vació. Sólo esta clase de cine es apreciable como un vil y puro entretenimiento y es por ello que resulta tan comercial y popular. te invito a seguir mi blog diariamente para conocer toda la información sobre el Festival de Cannes que comienza mañana. Es innegable dejar de lado este certamen, que nace en pro del cine de autor y el buen cine. Saludos.
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