The Artist, una película en blanco y negro, muda y de cien minutos, está causando un revuelo considerable. Premio en Cannes, multitud de galardones de la crítica norteamericana, candidata número uno a los próximos Oscars...Achacarlo todo a una acertada promoción de los temibles hermanos Weinstein sería injusto. Debe haber algo más en esta película dirigida Michael Hazanavicius. The Artist tiene el mértio de querer homenajear de manera inteligente no sólo al cine mudo sino al nacimiento y auge de lo que conocemos como industria del cine. Hazanivicius trenza una modélica historia sobre una estrella del cine mudo que pierde su condición y privilegios con la llegada del cine sonoro. Sabedor del delicado material que tenia el director francés logra algo muy complicado hacer que cualquier hijo de vecino pueda entender (y a veces emocionarse) con una película con unos requisitos, en principio, muy exigentes.
Por eso el éxito popular de The Artist debe ser motivo de alegria.Otra cosa es que uno entienda que a veces la película parece estar hecha con calculadora. A The Artist se le debería pedir alegría, emoción y libertad pero esos tres elementos (que los tiene la cinta) no logran traspasar la pantalla todo lo que a uno le gustaría. Viendo la película a uno le gustaría que hubiera un estallido que no llega a pasar por cierto enconsertamiento formal que sufré. Y aun así Hazanavicius logra momentos magistrales como su inicio, el momento en que Dujardin está siendo engullido por las arenas movedizas o las conseguidas escenas de rodaje... Capitulo aparte merece la prodigiosa interpretación de Jean Dujardin de la que depende mucho el resultado final del film. Él con su carisma, talento y credibilidad (en una película donde es complicado tenerla) arrastra la película hacia su terreno. The Artist es George Valentin / Jean Djuardin. Al final The Artist es un poco como el perro de Valentin. Te gusta, te cae bien y quieres que le salgan las cosas pero, a veces, quiere ser demasiado perfecta.
. Obra maestra donde sobran las palabras (Luis Miguel Domínguez, Trailers y Estrenos)
Es la película del año, no dejéis de verla. Es una auténtica gozada desde el primer minuto hasta el último. Nunca habéis visto nada igual. Es una obra maestra, es una joya visual como nunca antes habías visto. Solo puedo terminar diciendo: I love The Artist
. Mucho más que una buena película (Pablo López Muñoz, Tío Oscar)
Porque el homenaje no se queda en la superficie de la técnica únicamente, el homenaje se transmite a la narración y se producen unos maravillosos momentos de experimentación con el lenguaje, de licencias en la narración y de juego con el espectador que hacen cómplice al público enseguida, metiéndoselo en el bolsillo durante toda la proyección. Una traviesa delicia cinematográfica que, como hasta ahora ha resultado, no ha dejado a nadie indiferente
. Grandioso homenaje a la magia del cine mudo (Alberto Quintanilla, Tras las puertas)
The Artist es un grandioso homenaje a la magia que destilaban aquellas películas y un canto al amor, la futilidad del éxito (puede ser efímero y depender de múltiples circunstancias…) y sobre todo al CINE (así, con mayúsculas)
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