16 junio 2012

La infancia recuperada


Moonrise Kingdom
(Wes Anderson 2012)

Poco a poco Wes Anderson ha dejado de convertirse en un director para ser una postura. Cuando se estrena un film andersoniano uno para que debe posicionarse a favor o en contra del director tejano. Y rechazando cualquier tipo de radicalidad es cierto que se necesita un alto de grado de complicidad para disfrutar y conocer las claves del personal mundo del creador de Academia Rushmore o Life aquatic. Por eso los que hemos conectado desde el principio con este mundo esperábamos Moonrise Kingdom con una mezcla de ilusión y temor. Anderson ya se había abierto al mundo con Fantástico Sr. Fox haciendo una película disfrutable y comprensible sin perder ninguno de sus rasgos significativos (incluso a veces aumentándolos). Por eso los adeptos a su mundo podíamos sospechar que repetir la jugada iba a ser complicada y esta historia de cuento con amores adolescentes podría ser menos andersoniana de lo deseada. Temores infundados. Moonrise Kingdom no deja de ser una deliciosa, pero no por ello menos compleja, mirada del mundo de Wes Anderson para niños o adultos que fingen serlo.

Moonrise Kingdom tiene el guión y la historia más sencilla de todas las películas dirigidas por Wes Anderson. Unos niños que se enamoran y deciden fugarse mientras los adultos los buscan es una historia mil veces vista pero poca veces tan bien contada. Anderson y Roman Coppola hilan un guión simple pero donde están algunos de los mejores dialogos de la carrera del director. Moonrise Kingdom no se queda en las figuras de postal que uno se podría esperar y logra construir dos personajes de adolescentes de cuento pero con una gran carga de profundidad. Apoyándose en las fenomenales interpretaciones de Kara Hayward y Jared Gilman la película adquiere pronto el tono melancólico que había en Los Tenembaums. Una familia de genios o Viaje a Darjeeling mostrándonos a dos adolescentes a veces más perdidos que enamorados. ¿No es la mirada mapache de Kara Hayward la misma que la Margot Tenembaum / Gwyneth Paltrow de Los Tenembaums. Una familia de genios? Y los adultos no se libran de esta mirada. Los personajes que bordan Bruce Willis, Frances McDormand, Bill Murray y Edward Norton parecen atrapados en esas islas idílicas y coloristas que ha creado Anderson. No en vano no deja de sonar en Moonrise Kingdom la música del gran Hank Williams fallecido antes de cumplir los treinta años. La vida adulta como símbolo de tristeza.

Moonrise Kingdom no sólo funciona para los amantes del cine de Wes Anderson ya que no habla la infancia que dejamos sino de la que nos hubiera gustado vivir aceptando sus dosis de tristeza y melancolía 

 Ya sin las consideraciones melancólicas propias de cualquier film de Wes Anderson Moonrise Kingdom no deja de ser una gozada. Con un magnifico ritmo la película escapa (aligual que los protagonistas) de cualquier síntoma de aburrimiento. Secuencias como la emboscada en el bosque o el final en lo alto de la iglesia hacen que el espactador menos acostumbrado se quede con la boca abierta. Porque Anderson ha sabido mezclar su adolescencia con la de François Truffaut e incluso la de Steven Spielberg para lograr un mejunje donde cualquier se vea (o quiera) verse reconocido. Y por supuesto están los colores made in Anderson esta vez más sepia o apagados, su particular mirada sobre el grupo (amistad o familia),  su obsesión por el detalle (atención al parchis con el que juegan los hermanos de ...) y un maravilloso acompañamiento musical en el que Alexandre Desplat, Françoise Hardy, Benjamín Britten o el mencionado Williams juegan con nosotros. Es complicado sacarle defectos a un maravilloso cuento como es Moonrise Kingdom tan hermoso y triste como son los buenos cuentos. No en vano Moonrise Kingdom no es como la infancia que dejamos sino como la infancia que nos hubiera gustado vivir.


OPINIONES

. La posibilidad de una isla (Noel Ceballos, El emperador de los helados)

Anderson ha combatido en Moonrise Kingdom una de las opiniones recibidas que más hondo ha calado siempre entre sus detractores: la ausencia de sustrato emocional en sus personajes. Como si fuera un scout preparado para hacer nudos, mandar un SOS en morse o montar una tienda en menos de diez minutos, pero incapaz de enfrentarse al primer amor. Huelga decir que ganó ese combate

. La última genialidad de Wes Anderson (Desirée de Fez, PlayGround)

Moonrise Kingdom sublima, de algún modo, un tema clave de la obra de Anderson: las emociones como algo que no tiene edad. Igual que en Harold Y Maude (1971) de Hal Ashby, título de cabecera del cineasta, en los filmes del autor de The Life Aquatic (2004) hay niños que sienten y actúan como adultos, y adultos que sienten y actúan como niños. Porque hay niños maduros, adultos infantiles o simples supervivientes que tiran adelante como pueden

. Manual para fugas románticas (Jordi Costa, El País)

En Moonrise kingdom, Wes Anderson conquista lo que llevaba tanteando desde hace dos películas: mantener la fidelidad a sí mismo —a su codificada estética, pero también a su poética sutil—, apoderándose, al mismo tiempo, de un territorio expresivo inédito

1 comentario:

Guzz dijo...

Tengo muchas ganas de ver esta. Me gustan la de diox "rushmore" y "tenenbaums"... "Life aquatic" me gustó pero menos y con la que no pude es con el "Darjeeling" (a pesar de la tremenda banda sonora -innegociable en los films de este hombre-). Pero, ojo, que me volvió a salir el sol con ese zorro trotando a campo abierto a ritmo de los Stones... Lo dicho, tenía ganas y después de leer su entrada pues todavía más. Saludos guzzeros.