Creado en el año 1920 por el científico y músico Léon Theremin, el instrumento es un emisor de campos magnéticos que convierte en señal acústica la alteración de los mismos, pudiendo crear música solo con el movimiento de las manos. Este aparato no fue la única creación de Theremin: ahí está el Rhytmicon, creada junto a Henry Cowell, una de las primeras cajas de ritmos de la historia. Pero el Theremin, por lo menos a nivel popular, está por derecho propio en la historia. Ahí está el ejemplo de maestros como Miklós Rózsa o Bernard Herrmann, que dieron un histórico uso en obras como Recuerda o Ultimátum a la tierra.
Como se ha dicho antes, el Theremin no ha desaparecido. Un claro ejemplo lo tenemos en el música Javier Díez Ena. Es complicado resumir la carrera de Díez Ena en unas solas líneas. Miembro de las bandas Dead Capo, L'Exotighost, Ginferno y Forastero; estuvo en las bandas de Ainara LeGardon y Aaron Thomas, además de colaborar con músicos como Javier Colis, Wild Honey, Standstill... entre otros muchos. Pero, Javier Díez Ena, es un enamorado del Theremin, instrumento que descubrió en 2004. Con él ha publicado tres discos: Theremonial, Theremonial 2 y el más reciente Therematic. Además ha impartido talleres, participado en bandas sonoras y dado conciertos. El próximo 7 de junio de este año estará actuando en la sala Razzmatazz de Barcelona, dentro del Primavera Sound.
El programa Vivir Rodando 144, con la participación de Javier Díez Ena, se adentra en el misterioso, fascinante y algo desconocido mundo del Theremin.
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