06 febrero 2009

El empleo del tiempo

- El curioso caso de Benjamin Button - (David Fincher, 2008)

Los elementos estaban ahí. El relato de F. Scott Fitzgerald, la pareja protagonista, la música de Alexandre Desplat... Un manjar para cualquier director con talento. La cuestión no era si David Fincher iba a hacer una buena o mala película. La pregunta a resolver era si el director iba a hacer SU PELÍCULA. Acostumbrado a asfixiarnos (física y moralmente) cómo iba a manejar un material (aparentemente) ajeno era una apasionante X que resolver. Y sólo hay que decir que El curioso caso de Benjamin Button es una película de David Fincher. Con todo lo que eso conlleva. 

Es verdad que El curioso caso de Benjamin Button habla sobre el paso del tiempo y la muerte. Pero habla más sobre qué hacemos con ese tiempo que tenemos. Y ahí está donde la narración de Fincher pone más énfasis. Que hacemos con nuestras vidas es algo que decidimos nosotros y sólo alguien que va del final al principio lo sabe. Y la asfixia fincheriana aparece en esos momentos. Porque el ahogo no lo provoca sólo el miedo o la incertidumbre sino el no poder hacer lo que uno quiere o perder a la persona que quiere. Fincher utiliza una especie de asfixia romántica. Frío quizá pero los que amamos ese frío tan especifico de Fincher sabemos que hay algo más tras el.

El romántico que Fincher lleva dentro lo demuestra en la maravillosa y sensual escena de Cate Blanchett bailando para Brad Pitt o la delicadeza con la que narra la relación entre Tilda Swinton y el propio Pitt. Fincher muestra su maestría en saber hacer “otras cosas” sin dejar de ser David Fincher. Vamos en ser un autor. Y ser David Fincher tiene un precio porque El curioso caso de Benjamin Button puede no ser perfecta. Como he dicho puede ser fría o la interpretación de Brad Pitt ser excesivamente hierática (especialmente respecto avanza la película). Pero esa emoción lírica, romántica y triste que hay tras muchos de los planos de que El curioso caso de Benjamín Button no tiene precio. Como dice la voz en off al final de la película cada uno de nosotros nace con una habilidad especial. La de David Fincher es la de rodar como los maestros. Y tras El curioso caso de Benjamin Button él está definitivamente en el Olimpo.

. Melancolía hecha cine (David Cacho, Grupo Salvaje)

. Gusto adquirido. De los que valen la pena (Rafa Martín, Las horas perdidas)

. Extraordinaria fabula sobre la vida (Jesús León, Blog de cine)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de venir de verla. Estaba segura que tú la habrías visto y comentado.
Aún tengo que procesar todas las emociones, hacía mucho que no disfrutaba tanto una peli. Lo único que sé es que es MARAVILLOSA. Me ha fascinado el lirismo con que la narra Fincher.
Y la semana que viene espero leer tu comentario a Slumdog Millionaire, si piensas verla, claro.
Un saludo ;)

Donna Angelicata dijo...

Acabo de encontrar su blog. Me ha encantado esta reseña sobre la que suscribo todo lo dicho.

Enhorabuena por este blog.

Anónimo dijo...

Una auténtica pena, me ha decepcionado un poco Fincher, quizás porque tengo el listón muy alto con su cine. Me parece una grandísima película, pero lo cortés no quita lo valiente. Se pasa de esteticista, cargada de virtuosismos innecesarios (cosa que había eliminado por completo en Zodiac), es excesivamente frío y distante (casi a la manera de Cronenberg, un témpano) y el guión tiene demasiadas partes que me parecen sobrantes y que me hicieron sencillamente imposible conectar con la película (no voy a entrar en el tema de Forrest Gump, me parece algo poco más que curioso), amé de no desarrollar otras (la de su padre, por ejemplo). Los últimos 10 minutos están muy bien, he de reconocer que casi derramo alguna lagrimita, y la primera hora y pico me encantó, pero... todo me deja una sensación de bluff tremenda, de poco gancho, de melaza... y cuando sale el personaje de Cate Blanchett todo me importa menos (qué guapa sale, por cierto). Una película muy grande que podría haber sido mucho mejor.

Por cierto, el fragmento de cómo atropellan a Blanchett da para un cortometraje, si lo sacas de la historia y lo presentas a un concurso te dan algo fijo... el problema es que creo que ya se ha hecho.

Marisol dijo...

Por fin he podido ver esta película que me dejó algo hecha polvo por tantas emociones que se viven. Me parece un cuento/fábula maravilloso que hace reflexionar para qué venimos a este mundo. Es la vida, pero al revés.
Las escenas de los continuos rencuentros entre unos y otros son para recordar.