Cuando estas en Manchester no parece ser una ciudad que tenga nada especial. Una localidad inglesa que no parece ni bonita ni fea, no inspira ni frío ni calor. Pero, como pasa con todo, si paseamos con los ojos abiertos podemos encontrar historias apasionantes donde parece no haberlas. Hay en Manchester un edificio llamado Affleck's Palace que en realidad es un compendio de tiendas con productos no muy caros (discos, ropa...) Como si fuera una iglesia tiene unas vitrinas que recogen mediante unos dibujos a personajes importantes de la ciudad, uno de ellos esconde una historia apasionante de Manchester, Tony Wilson. Wilson, fundador del sello musical Factory Records, periodista, estrella televisiva..., fue uno de los artífices de uno de los movimientos musicales más importantes europeos en los años 80 y 90 llamado Madchester. Por la ciudad inglesa pasaron grupos como Happy Mondays, Joy Division, The Smiths... marcando un hito en la historia de la música. Y todo esta historia merecía un hueco en el cine con el mejor narrador posible Michael Winterbottom que se saco de la manga 24 hour party people.
En Manchester fueron años de nervio, movimiento, música y baile. Por eso Winterbottom optó por alejarse de la narración pura y dura e inventarse una película que es una especie de falso documental narrado por el propio Tony Wilson (soberbio Steve Coogan). En 24 hour party people podemos ver el frenesí de esos años donde se logró mezclar la belleza de las letras pop con la locura de las pistas de baile. El lugar donde convivieron genios absolutos como Ian Curtis o Shaun Ryder. Todo Manchester fue un ciclón de música, velocidad y drogas. No se puede saber si 24 hour party people es una comedia o es un drama. Va demasiado deprisa para que nos demos cuenta. Pero lo que si sabemos es que es film que destila amor por la música por los cuatros costados, el mismo amor que tiene Tony Wilson. Y no se ve porque aparezcan más o menos canciones. Se siente por la importancia que da Winterbottom a la música. Sólo hay que ver como se reverencia las figuras de Curtis y Ryder por encima de sus problemas uy vicios personales. Genios antes que nada. Como narra el cambio vital que produce esa música en la ciudad que saca a la gente a las pistas de baile (mítico club The Haçienda). Y, especialmente, habla de esa figura que es Tony Wilson cuya vida es música. No importa qué tiene que hacer o cuanto dinero debe gastar. La música mueve todo su mundo, es imposible no contagiarte de su espíritu suicida.
24 hour party people es tan vibrante como esos años que se vivieron en Manchester. No va de cine es una canción en si misma. Y parece escrita por el mismo Shaun Ryder. Con su mismo talento, su idéntica pasión por la diversión y el exceso. 24 hour party people es la canción que deberían poner en todas las discotecas para recordar lo grande y divertida que puede ser la música. ¡Hallelujah!
En Manchester fueron años de nervio, movimiento, música y baile. Por eso Winterbottom optó por alejarse de la narración pura y dura e inventarse una película que es una especie de falso documental narrado por el propio Tony Wilson (soberbio Steve Coogan). En 24 hour party people podemos ver el frenesí de esos años donde se logró mezclar la belleza de las letras pop con la locura de las pistas de baile. El lugar donde convivieron genios absolutos como Ian Curtis o Shaun Ryder. Todo Manchester fue un ciclón de música, velocidad y drogas. No se puede saber si 24 hour party people es una comedia o es un drama. Va demasiado deprisa para que nos demos cuenta. Pero lo que si sabemos es que es film que destila amor por la música por los cuatros costados, el mismo amor que tiene Tony Wilson. Y no se ve porque aparezcan más o menos canciones. Se siente por la importancia que da Winterbottom a la música. Sólo hay que ver como se reverencia las figuras de Curtis y Ryder por encima de sus problemas uy vicios personales. Genios antes que nada. Como narra el cambio vital que produce esa música en la ciudad que saca a la gente a las pistas de baile (mítico club The Haçienda). Y, especialmente, habla de esa figura que es Tony Wilson cuya vida es música. No importa qué tiene que hacer o cuanto dinero debe gastar. La música mueve todo su mundo, es imposible no contagiarte de su espíritu suicida.
24 hour party people es tan vibrante como esos años que se vivieron en Manchester. No va de cine es una canción en si misma. Y parece escrita por el mismo Shaun Ryder. Con su mismo talento, su idéntica pasión por la diversión y el exceso. 24 hour party people es la canción que deberían poner en todas las discotecas para recordar lo grande y divertida que puede ser la música. ¡Hallelujah!
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