11 mayo 2010

Opiniones de cine: Amos Gitai. El cine como resistencia, de Raúl Travé



Corría el año 2004 cuando conocí el cine de Amos Gitai, fue en la SEMINCI de Valladolid, donde fue homenajeado. En aquel entonces conservaba cierto optimismo ingenuo, hoy algo desgastado, pero que se enciende ante figuras de tanta lucidez como Gitai. Seis años después, su obra, aún en crecimiento, sigue siendo, probablemente, la mirada más certera sobre los conflictos de Oriente Medio.

Amos Gitai nacido en Haifa en 1950, pertenece a la primera generación de Israelíes nacidos en el estado creado en 1948.Estudiante de arquitectura, al principio de los setenta rueda unos veinte cortometrajes en Súper 8 con una cámara regalo de su madre.En 1973 Israel hace estallar la guerra del Yon Kippur y Gitai es alistado en un equipo de socorro que se desplaza en helicóptero. El día que cumplía 23 años un obús derribaba su aparato. Salva la vida, pero el hecho lo marcará irremediablemente para el resto de su vida y su obra.En 1976 inicia una relación con la única cadena de televisión que, por entonces, existía en Israel. Rueda, con gran espíritu crítico, unas quince cintas en 16 mm que giran en torno a cuestiones de espacio, territorio, política o imagen mediática, temas que se mantienen constantes en su obra.Esta relación acaba en 1980 cuando la televisión israelí censura el documental Casa, dónde relata la construcción de una vivienda en Jerusalén, sus protagonistas son el propietario israelí, los dueños árabes anteriores, los obreros palestinos y los vecinos. Una amarga muestra de la dolorosa y contradictoria realidad de su país.
De la observación de esta realidad surgirá la trilogía del Wadi: Devarim, Yom Yom y Kadosh, los nombres de las tres ciudades donde se desarrollan sus historias de tintes casi etnográficos.De las guerras de conquista y defensa de los territorios palestinos ocupados por Israel surgirán Diario de campaña y Kippur. Incluso analizará las desigualdades Norte-Sur en cintas como Ananas o Bangkok-Bahrein. Zona libre, Disengagement, Algún día comprenderás, Carmel, La guerre des fils de la lumière contre les fils des ténèbres, son sus últimos trabajos, poco conocidos y desgraciadamente difíciles de encontrar en nuestro país.

Su cine marcado formalmente por el uso del plano secuencia tanto en la ficción como en el documental profundiza y cuestiona constantemente la identidad judía.Acierta la crítico francesa Sylvie Pras, cuando afirma que Gitai consigue situar de forma natural el espacio, la Historia, la emigración y el exilio en el corazón de su cine. Amos Gitai es un director extremadamente fecundo, con sesenta años ha dirigido cerca de cincuenta películas. Su ritmo es tan sorprendente que llega incluso a rodar varias obras en un mismo año.Esta capacidad surge del sistema de producción que ha sabido organizar y que le permite pasar de un género a otro, asegurando su independencia y libertad. Rueda muy deprisa y con muy bajos presupuestos, para lo que cuenta con un equipo artístico y técnico fiel que se mantiene en lo fundamental trabajo tras trabajo.

Unos versos suyos pueden servir como tarjeta de presentación de su extensísima filmografía:

El interminable conflicto agotador de Oriente Medio
Ese tenaz enfrentamiento empapado en sudor
Que con su fuerza cegadora acabará arrasando la tierra
Las grandes ilusiones y su destino
Y la belleza también
Que acabará borrando la Historia y a la gente
A cambio de un trozo de terreno de valor incalculable
Para construir centros comerciales

* Raúl Travé es antropólogo, periodista y conductor del programa Contaminaciones

1 comentario:

sé de cine dijo...

Un director muy interesante, siempre que organizan un festival de cine en mi país incluyen alguna película de él. Yo vi Alila y Kedma.