29 enero 2011

Maldad sin artificios

 - El demonio bajo la piel - (Michael Winterbottom, 2010)

Adentrarse por los mundos de Jim Thompson no es fácil. El escritor ahondaba en lo más negro del alma humana sin coartadas ni trucos psicológicos fáciles. El mal en si mismo no necesita muchas más explicaciones. El universo de Jim Thompson va más allá de lo negro. Y en estas se acerca Michael Winterbottom a su mundo a hacer lo de siempre. Una película que no tenga nada (o casi nada) que ver con lo que ha hecho anteriormente. Quizá por eso El demonio bajo la piel ha descolocado a mucha gente que la ha visto. Como casi siempre Winterbottom ha sabido impregnarse del mundo al que se iba a dedicar en su próxima historia evitando los egos propios de otros creadores.

Uno podría ir  a lo fácil y quedarse con el supuesto impacto de algunas escenas (que no es para tanto) evitando admitir que El demonio bajo la piel es un trabajo modélico. La violencia seca y mecánica que ejerce un soberbio Casey Affleck es mostrada por el director de manera aséptica y fria. Existe una mínima trama que le sirve como excusa a la película (y al personaje) de Lou Ford para que la película avance. Pero eso no importa mucho. Podríamos quitar los personajes, los decorados y la música dejando solo a Cassey Affleck y la película podría avanzar perfectamente. Jessica Alba, Kate Hudson o Simon Baker son perfectos comparsas para que tanto Winterbottom como Affleck logren que El demonio bajo la piel se convierta en un retrato contundente del mal en estado puro. Excepto en un final que rompe con el resto de la película la película no es excesiva ni pornográfica. Muestra la realidad sin miramientos ni cayendo en el típico retrato psicótico (a pesar de contar con una peligrosa voz en off). El demonio bajo la piel ni pretende ser redonda ni hacer amigos. Y por eso no decepciona.

. El beso del asesino (Noel Ceballos, Cine 365)

Hay que reconocerle a Winterbottom el mérito de haber sabido mantener la omnipresente voz del narrador sin subrayar por ello el subtexto de la historia, lo que se traduce en un trabajo incómodo que respeta la inteligencia del espectador y le deja sacar sus propias conclusiones

. Lou, retrato de un asesino (Carles Rull, Cinempatía)

Uno de los títulos más controvertidos, molestos y turbadores de la temporada


El demonio bajo la piel es puro film noir, cuya turbia atmósfera y sórdido guión evoca directamente a la Carretera perdida

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