Se dice que en esta época hemos perdido la intimidad y que todos nuestros movimientos están de alguna manera grabados...quizá por eso cuando vemos imágenes por televisión de personajes celebres nos parecen artificiales, como si estuvieran actuando. El gran punto de interés de Senna es el impacto que muchas de sus imágenes documentales tienen al mostrarnos al ídolo (y al mundo que le acompaña) como algo real y de carne y hueso. En una primera vista se puede acusar a Senna de ser un documental algo superficial que pasa de puntillas por la biografía del mito brasileño centrándose en la carrera deportiva. En realidad, la película ejerce de espejo de un personaje y de una época sin pretender ni enaltecer ni distorsionar cualquier imagen. Viendo la película sabemos que Ayrton Senna era de buena familia, intuimos su afición por el sexo femenino y sí que pone algo de énfasis en su aspecto religioso, vital para entender al personaje.
El principal atractivo es su exhaustivo trabajo documental. La gran virtud de Senna están en momentos la fuerza de esas explosivas reuniones de pilotos (impensables de ver ahora) o lo bien montado que está la mítica rivalidad entre Alain Prost y Ayrton Senna que elevó el status de la Formula 1. Y Asif Kapadia como si un maestro del puzzle se tratará realiza un documental a primera vista sobrio pero donde la la naturalidad y el realismo de sus imágenes tienen tanta fuerza que no hace falta ningún subrayado molesto. Ni siquiera en la muerte de Ayrton Senna se permite ningún tipo de exceso. Kapadia sólo necesita mostrar a la gente de Brasil y las personas que le acompañaron en su vida para mostrar la magnitud de la tragedia. No es Senna una pieza “artística” porque no lo necesita. Todo lo que necesitábamos saber de Ayrton Senna estaba en las imágenes.
El principal atractivo es su exhaustivo trabajo documental. La gran virtud de Senna están en momentos la fuerza de esas explosivas reuniones de pilotos (impensables de ver ahora) o lo bien montado que está la mítica rivalidad entre Alain Prost y Ayrton Senna que elevó el status de la Formula 1. Y Asif Kapadia como si un maestro del puzzle se tratará realiza un documental a primera vista sobrio pero donde la la naturalidad y el realismo de sus imágenes tienen tanta fuerza que no hace falta ningún subrayado molesto. Ni siquiera en la muerte de Ayrton Senna se permite ningún tipo de exceso. Kapadia sólo necesita mostrar a la gente de Brasil y las personas que le acompañaron en su vida para mostrar la magnitud de la tragedia. No es Senna una pieza “artística” porque no lo necesita. Todo lo que necesitábamos saber de Ayrton Senna estaba en las imágenes.
. Ayrton Senna, el piloto de Dios (Jordi Costa, El País)
Resulta problemático y discutible afirmar que haya vidas tocadas por la gracia, pero Senna, documental casi hagiográfico construido a mayor honra y gloria del piloto brasileño Ayrton Senna, tres veces campeón de fórmula 1, parece demostrar que hay vidas dotadas de esa impecable construcción narrativa que exigiría el más dogmático e inflexible manual de escritura de guión
. Vida y muerte de un piloto (Carmen L. Lobo, La Razón)
Pero, a la postre, qué sabemos del chico generoso y de mirada tímida, además que fue un genio de las pistas, que ganó varias veces el título mundial, que el volante se transformó en amante y verdugo. Hay veces en que es mejor que el misterio les sobreviva
. Entre la épica y la idealización (Andrea Rodríguez Rodríguez, La Factoría del Cine)
Cabe destacar la valiosa documentación empleada que, a través de películas familiares y videos de archivo –desde las reuniones de los pilotos, pasando por entrevistas concedidas a las televisiones, hasta las grabaciones de las carreras-, el espectador llega a conocer las motivaciones, las preocupaciones y la visión del piloto sobre la forma de vivir el deporte
1 comentario:
Interesante aporte; como aficionado ademas del cine a la Formula 1 sera imprescindible este visionado documental de uno de los mejores pilotos que nos ha entragado el tiempo. Saludos!!
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