21 agosto 2010

Música de cine: Anvil. El sueño de una banda de rock. Corazones guerreros

No he escuchado mucho heavy metal en mi vida (las clásicos como Slayer o los nuevos como Whirlwind Storm) pero siempre he tenido un máximo respeto tanto por los músicos que tocan este genero como por sus fieles seguidores. Quizá porque, en el fondo, pienso que un seguidor de música pop o rock te puede traicionar pero que un amante del heavy jamás lo hará. Porque su amor por la música les hace ser emocionales. Seguramente más que el resto de los mortales.

Y de eso va Anvil. El sueño de una banda de rock. De emoción. La emoción de la vida. Pocas películas reflejan tan bien lo dura y genial que puede llegar a ser la existencia humana. El documental de Sacha Gervasi refleja la vida de los componentes del grupo de heavy metal, Anvil, después de que sus (jóvenes) años de gloria pasaran a mejor vida. Encontramos a los dos clásicos miembros del grupo trabajando como pueden mientras esperan agarrarse a alguna oportunidad para volver a su estado natural. La música.

Anvil. El sueño de una banda de rock  va de la emoción de la vida. Pocas películas reflejan tan bien lo dura y genial que puede llegar a ser la existencia humana

Anvil. El sueño de una banda de rock no es un documental exhibicionista ni pornográfico. Muestra la realidad tal como es. Por eso vemos como la banda de rock se embarca en una gira europea (que incluye Lorca) donde son reconocidos por fans entusiastas (“¡tenéis que tocar en Japón!”, le dice uno) o ignorados por otros grupos. Pero también vemos como dentro de esa gira tocan ante sólo cien personas en un pabellón de más de diez mil. Lo bueno y lo malo. También nos alegramos con ellos cuando consiguen grabar un disco propio (después de cientos de negativas y pagando un dineral por ello). Pero sufrimos cuando ese disco es rechazado por varias discográficas (“los productores nunca escuchan la cinta”, dice con toda la verdad del mundo el líder de Anvil, "Lips"). Así es Anvil. El sueño de una banda rock, un film sobre bofetadas y caricias. Decepciones y fracasos. La vida en clave de heavy metal.



La clave del poso que deja Anvil. El sueño de una banda rock es el positivismo con el que "Lips"encara todos los marrones que la vida le va dejando. Siempre optimista y nunca rindiéndose al destino que las reglas (absurdas e injustas) del negocio musical le marcan. Y eso deja la reflexión del carácter de los músicos de heavy metal. Para tocar ese genero deben ir hasta lo más profundo del ser humano, a veces, encontrando cosas que no les gusten mucho. Y todo por amor a la música. Por eso un músico de heavy es más de fiar que cualquier otro. No te engaña con poses baratas ya que sus sonidos guturales son más humanos que otros más (supuestamente) refinados. Por eso quiero que los miembros de Anvil dejen de repartir comida a domicilio o haciendo otros trabajos que no tengan que ver con la música. Porque estaría bien que en el negocio de la música hubiera (por una vez) gente con buen corazón.  Anvil. El sueño de una banda rock es una historia sobre personas con un gran corazón. Corazones de heavy metal, por supuesto.

1 comentario:

Tyhwer dijo...

Peliculón. El mejor documental que he visto en años, y eso que no soy un heavy. Se hace indispensable recomendar también "Spinal Tap", de Rob Reiner.