Sería obligatorio que tras el pase de La otra hija se pasara un DVD con la rueda de prensa que dio su director, Luis Berdejo, en el pasado festival de Sitges. Podía parecer la típica rueda de prensa pero Berdejo (un tipo muy inteligente) dejo frases que si te parabas a analizarlas entendías como había sido su experiencia trabajando en Estados Unidos. El director vino a explicar que La otra hija había sido un master pagado en la meca del cine y uno podía comprender que Berdejo ha hecho lo que ha podido con lo que le han dejado. Y todo eso se nota en la película.
La otra hija tiene muchos puntos en contra. Durante su metraje nada sorprende en el argumento y no hay elementos creativos de interes que ayuden a pensar que La otra hija va a ser una gran experiencia cinemtografica. Como película de genero de manual la película transcurre con una placida sobriedad que no molesta pero tampoco sorprende. La interpretación serena (hierática también) de Kevin Costner va en consonancia con una película cuyo misterio no interesa lo suficiente. Pero si vamos más allá de los aspectos negativos de La otra hija uno se da cuenta de un aspecto clave en una película. La otra hija no aburre. Y es ahí donde sale el talento que si que tiene Luis Berdejo. Sabiendo que no es exactamente “su película” y que dirigir en Estados Unidos es estar en una posición privilegiada, Berdejo aprovecha la oportunidad. Monta La otra hija como una película clásica de genero con una gran sobriedad y dignidad. No hay gran originalidad pero tampoco excesos. Berdejo es tan listo que hace que La otra hija sea un interesante drama familiar (norteamericano, claro) que habla sobre las relaciones entre hijos (adolescentes con todos sus cambios hormonales) y padres (perdidos). Para ello se apoya en la interprete más talentosa del reparto (Ivana Baquero) dejándola a sus anchas y permitiendo que se coma a su padre ficticio, Kevin Costner. Luis Berdejo da una lección de cómo sobrevivir trabajando en territorio ajeno manteniendo un halo de dignidad. En la rueda de prensa de Sitges, Berdejo dijo que el próximo proyecto que rodara le gustaría que “fuera con un guión suyo”. Se lo ha ganado.
. Ya soy mujer...insecto (Fausto Ferández, Cine 365)
Berdejo le suma una ambientación de cuento de brujería, muy de la escuela druídica (otro referente más en la trama) británica, ribeteada con lo que vendría a ser la doméstica variante de films con hijos o hijas deambulando por la locura y el instinto homicida
. El otro cine (Juan Pairet Iglesias, El séptimo arte)
Como otras tantas cintas, la profesionalidad con la que está resuelta 'La otra hija' está fuera de toda duda y su factura técnica resulta intachable, si bien se le puede achacar falta de imaginación y valentía en su puesta en escena, así como no ser capaz de rematar algunas secuencias con el necesario golpe de gracia que dote de consistencia a las mismas
. Berdejo apunta maneras pero se pierde en el bosque hollywoodiense (Javier Ruiz de Arcaute, Las horas perdidas)
El problema es precisamente que entre limitaciones, negociaciones y un guión interesante en su planteamiento, pero pobre en su desarrollo, la película se queda a medio camino de muchas cosas sin decantarse por una concreta, y con la terrible sensación de estirarse demasiado para encajar en el formato de largometraje
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