Primero confirmar lo que todos sospechan. Sí, Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia! es prácticamente idéntica que su antecesora. Es más algunas de sus secuencias pueden estar copiadas al milímetro de Resacón en Las Vegas. Después de esa afirmación uno puede montar en cólera y despotricar sobre la maquinaria inhumana de Hollywood que sólo se dedica a producir películas como si fuera una fábrica de churros. La otra opción es dejarse uno de filosofar y apuntarse a la fiesta. Todd Phillips sabedor de la obligación de hacer una continuidad tras el megaexito de la primera parte opta por el camino más inteligente, coger todas las virturdes de esta y sobredimensionarlas. Y la cosa funciona bastante bien.
Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia! ya no es un descubrimiento ni una sorpresa pero tiene la virtud de ser como una explosión de humor sucio con un excepcional sentido del ritmo. Si obviamos un epilogo y un prologo que no aportar mucho la parte central de la película de Todd Phillips no se corta un pelo en su búsqueda de un humor tan caótico como efectivo dejando momentos tan surrealistas como la canción que canta Ed Helms o impactantes como la conversación con una prostituta en el puticlub. El resto ya lo sabemos Zach Galifianakis se merienda las escenas, Ken Jeong se luce, Ed Helms demuestra lo buen actor cómico que es, Bradley Cooper cumple, el soso Justin Bartha por suerte no tiene mucho protagonismo y encima ¡sale un mono que fuma!. Todo ello entre secuencias quizá no tan brillantes como la primera pero no por ello menos disfrutables. Porque la lógica de Phillips tiene su sentido. Sí uno se rió con Resacón en Las Vegas, ¿por qué no hacerlo con una película parecida o igual?
Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia! ya no es un descubrimiento ni una sorpresa pero tiene la virtud de ser como una explosión de humor sucio con un excepcional sentido del ritmo. Si obviamos un epilogo y un prologo que no aportar mucho la parte central de la película de Todd Phillips no se corta un pelo en su búsqueda de un humor tan caótico como efectivo dejando momentos tan surrealistas como la canción que canta Ed Helms o impactantes como la conversación con una prostituta en el puticlub. El resto ya lo sabemos Zach Galifianakis se merienda las escenas, Ken Jeong se luce, Ed Helms demuestra lo buen actor cómico que es, Bradley Cooper cumple, el soso Justin Bartha por suerte no tiene mucho protagonismo y encima ¡sale un mono que fuma!. Todo ello entre secuencias quizá no tan brillantes como la primera pero no por ello menos disfrutables. Porque la lógica de Phillips tiene su sentido. Sí uno se rió con Resacón en Las Vegas, ¿por qué no hacerlo con una película parecida o igual?
. Provocadora insistencia (Ezequiel Boetti, Noticine)
"Resacón 2, ¡ahora en Tailandia!" apunta directo al tuétano de la idiosincrasia norteamericana muñida de una incorrección subyacente impactante, que pone patas arriba todo lo modélico
. Borrachera clónica (María Guerra, La script)
¿Funciona Resacón 2? Solo para los entregados a la causa. Funciona para aquellos que estén dispuestos a olvidar las sorpresas, los giros y los retruécanos disparatados de su hermana mayor. Eso ya es bastante, porque Phillips quiso ampliar el fenómeno con Salidos de cuentas con Galifianakis y Robert Downing Junior, y no consiguió arrancar más de dos risas al respetable
. Ha vuelto a suceder... (Jesús Benabat, El cine que vivimos peligrosamente)
Resacón 2 es un despropósito mayúsculo que amenaza con reeditarse indefinidamente mientras los beneficios sigan abultando los fondos de su productora, tal y como está ocurriendo desde su esperado estreno a escala internaciona
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